Aproximadamente 1 de cada 3 adultos negros puede desarrollar PAD; las disparidades en la atención médica aumentan el riesgo de amputación

Aspectos destacados de la declaración:

  • Aproximadamente 1 de cada 3 adultos negros puede desarrollar enfermedad arterial periférica (PAD), en comparación con aproximadamente 1 de cada 5 adultos hispanos o blancos.Si la amputación es necesaria para el tratamiento, los adultos negros, hispanos e indoamericanos experimentan tasas de supervivencia más bajas y una peor calidad de vida después de la amputación en comparación con los adultos blancos.
  • Múltiples variables sociales, económicas y de salud contribuyen a las disparidades motivadas por sexo, raza y etnia en el desarrollo, diagnóstico y tratamiento de la PAD.
  • Las oportunidades para abordar las disparidades incluyen un mayor enfoque en la prevención en los sistemas de cuidados de salud, el aumento de la competencia cultural y la diversidad entre los médicos, así como los esfuerzos del sector de la salud pública para promover la concientización en las comunidades afectadas.
  • La implementación de estrategias preventivas de rutina, como pruebas periódicas de glucemia, control de la presión arterial en los tobillos y exámenes de los pies para personas de alto riesgo, pueden disminuir el riesgo de complicaciones de la PAD y mejorar los resultados, especialmente entre las personas de grupos raciales y étnicos diversos.

Prohibida su publicación hasta las 4:00 a. m. CT/5:00 a. m. ET del jueves, 15 de junio de 2023

DALLAS, 15 de junio de 2023 — Las pruebas de rutina de bajo costo pueden ayudar a reducir las disparidades y los costos de cuidados de salud para las personas que padecen enfermedad arterial periférica (PAD), según una nueva declaración científica de la American Heart Association, publicada hoy en su revista científica insignia, revisada por pares, Circulation.

La nueva declaración científica, “Disparidades de la salud en la enfermedad arterial periférica”, repasa las investigaciones más recientes, describe las disparidades raciales y étnicas en el diagnóstico y tratamiento de la PAD y ofrece posibles soluciones para reducir las disparidades y aumentar la equidad de la salud entre las personas que sufren PAD. Estudios anteriores han determinado que la PAD y sus consecuencias afectan de manera desproporcionada a las personas negras, indoamericanas o hispanas. Estos grupos demográficos experimentan tasas más altas de PAD y peores resultados relacionados con esta enfermedad, , como discapacidad, depresión, enfermedad de las arterias coronarias, enfermedades cerebrovasculares o amputación de extremidades.

La PAD consiste en un estrechamiento de las arterias que transportan la sangre hacia las extremidades, lo que a menudo reduce el suministro de sangre a las piernas.Es el resultado de la acumulación de depósitos de grasa, o placa, en las arterias y puede causar dolor, calambres o debilidad en las piernas y los pies al caminar.Aproximadamente 1 de cada 10 personas con PAD puede desarrollar isquemia crónica con riesgo de amputación, una afección en la que las personas sienten dolor incluso en reposo, y corren un mayor riesgo de amputación de extremidades y muerte por enfermedades cardiovasculares.Además, las personas con PAD que también tienen diabetes tipo 2 tienen una mayor tasa de complicaciones, incluida la amputación, en comparación con las personas que no padecen diabetes tipo 2. Más de 12 millones de personas en EE. UU. y 200 millones de personas en todo el mundo sufren PAD, y la mayoría de las personas que viven con esta enfermedad tienen 40 años de edad o más.

La declaración recomienda pruebas de detección y controles de rutina preventivos de bajo costo para personas con PAD, incluidas las pruebas de hemoglobina A1c (medida promedio de azúcar en la sangre en los últimos 3 meses), mediciones del índice tobillo brazo (una prueba comparativa de la presión arterial en el tobillo y el brazo para controlar el flujo sanguíneo) y, para aquellos que tienen diabetes tipo 2, exámenes de los pies para detectar ulceraciones y neuropatías.

“Esta afección debilitante tiene resultados devastadores, como la amputación de las extremidades principales, que a menudo conduce a una menor calidad de vida y una mayor discapacidad, y resulta en una carga social y económica para las personas y sus familias, al igual que supone una enorme carga financiera para el sistema de salud”, expresó Carlos Mena-Hurtado, M.D., miembro del grupo de redacción de la declaración científica, Profesor Adjunto de Cardiología y Director de Medicina Vascular en Yale New Haven Hospital y Yale University en New Haven, Connecticut.“Los pacientes de alto riesgo deben someterse a medidas preventivas de bajo costo con frecuencia. La prevención de los problemas puede ayudar a mejorar la calidad de vida y reducir los costos de cuidados de salud a largo plazo para las personas con PAD”.

Estas son algunas de las disparidades identificadas en la declaración científica:

  • Aproximadamente 1 de cada 3 adultos negros puede desarrollar PAD, en comparación con aproximadamente 1 de cada 5 adultos hispanos o blancos.
  • Durante la búsqueda de atención médica, es más probable que los adultos negros hayan desarrollado una PAD más avanzada y que se les ampute una pierna o un pie, en comparación con sus pares adultos blancos.
  • En comparación con los adultos blancos, los adultos negros, hispanos e indoamericanos experimentan tasas de supervivencia más bajas y una peor calidad de vida después de la amputación. Las personas pertenecientes a estos grupos demográficos también tienen menos probabilidades de acceder a una prótesis para recuperar la capacidad de caminar y es más probable que residan en un centro de cuidados.
  • Las personas de grupos raciales y étnicos subrepresentados también corren un mayor riesgo de muerte después de la amputación, con una tasa de muerte dentro de los cinco años posteriores que varía entre el 45 % y el 60 %, según la parte amputada.
  • El acceso limitado a los recursos para los cuidados de salud puede desempeñar un papel importante en cuanto a las diferencias de los resultados de los pacientes que tienen PAD. Los adultos subrepresentados, de áreas rurales y de bajos ingresos corren un mayor riesgo de no tener un seguro médico y es más probable que busquen atención médica en una etapa más avanzada de la enfermedad, lo que aumenta el riesgo de amputación, en comparación con los adultos blancos, de áreas urbanas y de mayores ingresos.

Mena-Hurtado agregó: “Incluso después de controlar los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, nos sorprendió descubrir que persiste una mayor prevalencia de PAD entre los adultos negros. Sin embargo, ahora sabemos que los determinantes sociales de la salud, como el acceso a alimentos nutritivos, los vecindarios transitables y las desigualdades estructurales, tienen un profundo impacto en el estado de salud de un individuo”.

Disparidades en los factores de riesgo de la PAD

Fumar es el factor de riesgo más importante para la PAD. Según la declaración, las personas de origen indoamericano y nativos de Alaska tienen tasas más altas de tabaquismo que las personas de otros grupos raciales y étnicos. A pesar de que las tasas de tabaquismo han disminuido en EE. UU. en general, la disminución ha sido menor entre los adultos negros e indoamericanos.

Otros factores de riesgo de la PAD son la diabetes tipo 2, la presión arterial alta, el colesterol alto y la obesidad. Las personas negras o hispanas tienen tasas más altas de obesidad en comparación con los adultos blancos en EE. UU. Asimismo, los adultos negros con PAD también tienen tasas más altas de diabetes tipo 2, presión arterial alta y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en comparación con los adultos blancos.

Las diferencias en la salud vascular también pueden contribuir a tasas más altas de PAD entre los adultos negros. Los determinantes sociales de la salud se han relacionado con alteraciones en la función de los vasos sanguíneos y un mayor envejecimiento y rigidez de estos, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de desarrollar PAD. Diversos estudios han determinado que los adultos negros tienen más probabilidades de tener un envejecimiento vascular acelerado, funciones endoteliales reducidas, mayor rigidez arterial y biomarcadores elevados de inflamación sistémica asociados con un riesgo elevado de enfermedades cardiovasculares.

Soluciones potenciales para reducir las disparidades

La declaración sugiere que existen oportunidades de reducir las disparidades en la atención médica de la PAD desde tres perspectivas:

  • Un enfoque global del sistema que integra las pruebas de detección de PAD en la atención médica de rutina.
  • La mejora de la competencia cultural y el aumento de la diversidad de los profesionales clínicos y médicos.
  • La mejora en la educación comunitaria y los programas de apoyo.

El grupo de redacción sugiere que los nuevos avances en las citas de telesalud y la atención médica remota para los pacientes pueden ayudar a ampliar el acceso a la atención médica preventiva y de rutina. Una mayor implementación de telesalud y atención médica remota podría ayudar a reducir el número desproporcionadamente alto de amputaciones en EE. UU. en general y entre personas de grupos raciales y étnicos diversos.

Las iniciativas de salud comunitaria destinadas a promover la concientización y el conocimiento del público sobre la PAD también pueden contribuir a mejorar los resultados de los pacientes. Como ejemplo, la declaración científica menciona enfoques novedosos, como la detección y el seguimiento en las barberías, para ofrecer cuidados de salud y promover la concientización entre los hombres negros. Los estudios han demostrado que los programas de atención y apoyo comunitarios son efectivos para disminuir la presión arterial y crear conciencia sobre la PAD.

Dejar de fumar, mejorar la dieta y ejercitarse son factores fundamentales para reducir el riesgo cardiovascular, la mortalidad y las tasas de amputación en personas con PAD.Las intervenciones que facilitan el acceso a alimentos saludables y aseguran la sensibilidad a los diversos patrones culturales de alimentación pueden ayudar a reducir las admisiones hospitalarias y los costos de atención médica. Entre los ejemplos se incluyen programas que se asocian con bancos de alimentos e implementan huertos comunitarios.

Para las personas con diagnóstico de PAD, se pueden considerar medicamentos para controlar la presión arterial, reducir el colesterol y disminuir la coagulación de la sangre a fin de minimizar el riesgo de sufrir ataques cardíacos, derrames cerebrales, amputaciones y muerte por enfermedades cardiovasculares. Se ha determinado que los procedimientos de revascularización quirúrgica que restablecen el flujo sanguíneo en las arterias obstruidas, como el bypass arterial de las extremidades inferiores, se ofrecen con menor frecuencia en ciertas regiones de EE. UU., especialmente entre las poblaciones negras, hispanas e indoamericanas.  Contar con un mayor acceso a estos procedimientos y a la atención de seguimiento también puede ayudar a reducir las disparidades. 

 “Es crucial que los profesionales de la salud comprendan las disparidades en la prevalencia y los resultados de la PAD para ofrecer atención adecuada basada en la evidencia y reducir las brechas en el tratamiento de esta diversa población de pacientes. Los sistemas de salud deben optimizar las intervenciones rentables en cada paso”, explicó Mena-Hurtado.

La American Heart Association y otras 25 organizaciones han desarrollado el Plan Nacional de Acción contra la PAD a fin de promover la concientización pública y la comprensión de la enfermedad, prevenir complicaciones, abordar las barreras de salud y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con esta afección.

Las declaraciones científicas de la American Heart Association promueven una mayor conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y los derrames cerebrales y ayudan a facilitar la toma de decisiones informadas sobre los cuidados de salud. Las declaraciones científicas describen lo que se sabe actualmente sobre un tema y qué áreas necesitan más investigación. Si bien las declaraciones científicas informan el desarrollo de pautas, no hacen recomendaciones de tratamiento.

Los miembros del grupo de redacción y las divulgaciones se enumeran en el artículo.

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