Puntos destacados de la investigación:

  • Se descubrió que la incorporación del monitoreo remoto de la presión arterial en la atención posterior al ataque o derrame cerebral era factible y beneficiosa para los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral que viven en una comunidad que históricamente ha contado con menos recursos.
  • Una nueva estrategia de telemedicina para sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral mejoró el compromiso del paciente, el acceso de este y los niveles de presión arterial tres meses después del primer ataque o derrame cerebral.

Prohibida su divulgación hasta las 4:00 a. m., hora del centro/5 a. m., hora del este, jueves, 3 de febrero del 2022

NUEVA ORLEANS, 3 de febrero del 2022: una nueva estrategia que utiliza la telemedicina para monitorear la presión arterial en casa durante varios meses inmediatamente después de un ataque o derrame cerebral tuvo un efecto positivo en el compromiso del paciente y el control de la presión arterial entre las personas que viven en comunidades que históricamente han contado con menos recursos, según la investigación preliminar que se presentará en la Conferencia internacional sobre ataques o derrames cerebrales 2022 de la American Stroke Association, un encuentro mundial de primera calidad para investigadores y médicos dedicados a la ciencia de los ataques o derrames cerebrales, y la salud cerebral que se llevará a cabo virtual y presencialmente en Nueva Orleans del 8 al 11 de febrero del 2022.

Tener un accidente cerebrovascular isquémico (causado por un vaso sanguíneo bloqueado que conduce al cerebro) aumenta en gran medida el riesgo de sufrir otro ataque o derrame cerebral. Es importante evitar un segundo ataque o derrame cerebral porque la posibilidad de una discapacidad grave aumenta significativamente con ataque o derrame cerebral adicional.

"La hipertensión es el factor de riesgo modificable más importante para un segundo ataque o derrame cerebral o uno recurrente. Sabemos que un pequeño cambio en la presión arterial sistólica para bajarla (el número más alto en una lectura de la presión arterial) reduce el riesgo del ataque o derrame cerebral recurrente en más del 20%. Sin embargo, la presión arterial está mal controlada en más de la mitad de los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral", dijo Imama A. Naqvi, M.D., autora principal del estudio, profesora asistente de neurología en el Columbia University Vagelos College of Physicians and Surgeons, y neuróloga en el New York-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center, ambos en la ciudad de Nueva York. "También sabemos que los adultos de raza negra tienen una mayor prevalencia de presión arterial no controlada. Asimismo, las poblaciones de raza negra e hispana tienen un mayor riesgo de ataque o derrame cerebral, y se espera que el mayor aumento en la prevalencia del ataque o derrame cerebral se presente entre los hombres hispanos".

En este estudio de viabilidad, los investigadores de la Columbia University probaron el posible efecto de una nueva estrategia multidisciplinaria llamada Telemedicina posterior a un ataque o derrame cerebral (TASC, del inglés Telehealth After Stroke Care) para los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral que recibieron atención posterior a un ataque o derrame cerebral en el NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center. El estudio se llevó a cabo en el área del norte de Manhattan, con una comunidad que no recibía suficientes servicios. Los participantes incluyeron 50 sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral (el 44% eran adultos hispanos; el 32% eran adultos negros y el 20% eran adultos blancos) con una edad promedio de 64 años. Alrededor de la mitad (el 54%) de los participantes llegaron hasta la educación secundaria y el 30% tenía un seguro de salud privado. Se dividieron en dos grupos de forma aleatoria: la mitad de los participantes del estudio recibió la atención habitual (el grupo de control); la otra mitad de los participantes del estudio recibió apoyo con telemedicina mejorada después de su ataque o derrame cerebral (el grupo de intervención). Ambos grupos se inscribieron antes del alta hospitalaria y se les realizó un seguimiento durante 90 días, que corresponde al período en el que el riesgo de sufrir otro ataque o derrame cerebral es más alto.

Los pacientes asignados al grupo de control tuvieron una cita por videoconferencia con un profesional de atención primaria entre una y dos semanas después del alta hospitalaria, y citas por videoconferencia con un especialista en ataques o derrames cerebrales a las 6 y las 12 semanas después del alta. Los participantes en el grupo de telemedicina mejorada recibieron dispositivos móviles como tabletas, monitores de presión arterial y consultas por video con un equipo multidisciplinario que incluía asistencia farmacéutica. El monitor de presión arterial en el hogar envió de forma remota las lecturas del participante al registro electrónico de salud del paciente. Según estas lecturas remotas, una enfermera brindaba asistencia telefónica y podía escalar la situación a los telefarmacéuticos y los médicos, si era necesario. El grupo de telemedicina mejorada también recibió una infografía de presión arterial en lenguaje claro, en inglés o español, que estaba adaptada de forma específica a la información de salud individual a fin de ayudarlos a aprender sobre los niveles saludables de presión arterial, los objetivos y las formas de mejorar la presión arterial. La presión arterial en casa se midió al final del estudio.

Los hallazgos clave del estudio incluyeron los siguientes puntos:

  • La estrategia de telemedicina después de un ataque o derrame cerebral tuvo una mejora significativa en el seguimiento de los pacientes: el 84% de los pacientes en el grupo de telemedicina mejorada completó el estudio de 12 semanas en comparación con el 64% de los pacientes en el grupo de atención habitual.
  • El 91% de los pacientes en el grupo de telemedicina mejorada completó la consulta por video con profesionales de atención primaria y especialistas, en comparación con el 75% de los pacientes en el grupo de atención habitual.
  • El control de la presión arterial fue mejor en el grupo de telemedicina mejorada, con un 76% en comparación con el control del 25% en el grupo de control.
  • Entre los participantes del estudio de raza negra, el control de la presión arterial mejoró del 40% de los participantes en el momento de la inscripción al 100% al finalizar el estudio en el grupo de telemedicina mejorada, mientras que solo mejoró del 14% al 29% en el grupo de control.

"El COVID-19 ha acentuado un gran número de desigualdades en la salud que hacen que la atención posterior a un ataque o derrame cerebral sea más difícil, además de crear una brecha en los resultados de salud de las personas de diversos grupos raciales y étnicos. Necesitamos desarrollar formas de cerrar esta brecha", dijo Naqvi. "Las herramientas de salud móviles, como los dispositivos inalámbricos para medir la presión arterial que permiten el monitoreo remoto, están aquí para quedarse, y necesitamos encontrar maneras de utilizar la telemedicina a fin de mejorar la atención de todos los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral. Como médicos, queremos brindar a los pacientes un acceso equitativo a la atención y encontrar las intervenciones adecuadas para la atención posterior al ataque o derrame cerebral que comprometan a los pacientes y mejoren los resultados de salud ”.

Los investigadores instan a ser precavidos con respecto a la interpretación de los resultados de este estudio de viabilidad; si bien son hallazgos prometedores, estos justifican que se reproduzcan en un ensayo más amplio.

"Esta nueva investigación continuará fortaleciendo nuestro trabajo y nuestro compromiso relacionados con abordar las desigualdades en la salud. Para ello, se centrará en la presión arterial a través del monitoreo remoto regular y en la asociación con nuestros pacientes", afirmó Willie Lawrence, M.D., presidente del comité de supervisión de la Iniciativa Nacional de Control de la Hipertensión de la American Heart Association. “El objetivo de la Iniciativa Nacional de Control de la Hipertensión es mejorar las tasas de control de la presión arterial en las comunidades que históricamente han contado con menos recursos. Mediante la aplicación de un enfoque multifacético que incluye entrenamiento integral y asistencia técnica para profesionales en centros de salud comunitarios, la colaboración con organizaciones comunitarias de confianza y la educación directa del paciente esperamos potenciar a las comunidades con educación y recursos sobre la presión arterial que puedan mejorar los resultados antes de que ocurra un ataque o derrame cerebral, pero que también generen una red de atención y apoyo después de un ataque o derrame cerebral.

Los coautores del estudio son Kevin H. Strobino, M.P.H.; Kevin Schmitt, M.S.; Jessica Li; Hanlin Li, Pharm.D., M.B.A.; Marie Garcon, N.P.; Sarah Tom, Ph.D., M.P.H.; Adriana Arcia, Ph.D., R.N.; Olajide A. Williams, M.D., M.S.; Ken Cheung, Ph.D.; Ian M. Kronish, M.D., M.P.H. y Mitchell S. Elkind, M.D., M.S. La lista de declaraciones de los autores se encuentra en el resumen.

Este estudio fue financiado por el National Center for Advancing Translational Sciences y los National Institutes of Health.

Las afirmaciones y las conclusiones de los estudios que se presentan en los encuentros científicos de la American Stroke Association y la American Heart Association son exclusivas de los autores y no constituyen necesariamente la política ni la posición de la asociación. La asociación no ofrece garantía de ningún tipo de su exactitud o confiabilidad. Los resúmenes que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no se revisan por pares, sino que los paneles de revisión independientes los seleccionan y los consideran en función del potencial que tengan de ser un aporte a la diversidad de temas y opiniones científicos analizados en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como manuscrito completo en una revista científica revisada por pares.

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Recursos adicionales:

La “Conferencia internacional sobre accidentes cerebrovasculares” (ISC, del inglés International Stroke Conference) de la American Stroke Association es la reunión mundial de primer nivel dedicada a la ciencia y el tratamiento de las enfermedades cerebrovasculares. La ISC 2022 se llevará a cabo presencial y virtualmente en Nueva Orleans del 8 al 11 de febrero del 2022. La conferencia de tres días incluirá más de 1500 presentaciones fascinantes en 17 categorías que enfatizan las ciencias básicas, las clínicas y las de transferencia a medida que evoluciona la investigación para obtener una mejor comprensión de la fisiopatología de los ataques o derrames cerebrales con el objetivo de desarrollar terapias más eficaces. Participe en la “Conferencia internacional sobre accidentes cerebrovasculares” por redes sociales con la etiqueta #ISC22.

Acerca de la American Stroke Association

La American Stroke Association está comprometida con la prevención de los accidentes cerebrovasculares, la segunda causa de muerte a nivel mundial y una de las principales causas de discapacidades graves. Nuestro equipo está formado por millones de voluntarios para financiar la investigación innovadora, luchar por una política de salud pública más fuerte y proporcionar herramientas e información que salvan vidas para evitar y tratar los accidentes cerebrovasculares. La asociación, con sede en Dallas, dio sus primeros pasos oficialmente en 1998 como una división de la American Heart Association. Comuníquese con nosotros a través de stroke.org, Facebook, Twitter o llamándonos al 1-888-4STROKE.

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