Puntos destacados del estudio:

  • Cada vez son menos las resucitaciones cardiopulmonares (RCP) realizadas por un testigo en los vecindarios latinos en comparación con otras zonas.
  • Las víctimas de paro cardíaco de los vecindarios con más población latina contaban con casi un 40% menos de probabilidad de sobrevivir hasta el alta hospitalaria.

Prohibida su divulgación hasta las 04:00 a. m. CT/5 a. m. ET del lunes, 5 de noviembre del 2018

DALLAS, 5 de noviembre del 2018 — Según un amplio estudio, que se presentará en Chicago en el simposio Resucitación de Ciencia del 2018 de la American Heart Association, una conferencia internacional que destaca lo mejor en investigación sobre reanimación cardiovascular, las personas que sufren un paro cardíaco súbito tienen menos probabilidades de recibir RCP por parte de un testigo y de sobrevivir en caso de sufrir un colapso en vecindarios con una gran población latina.

Un paro cardíaco súbito sucede cuando el corazón deja de bombear sangre de forma abrupta debido a una disfunción eléctrica. Según las estadísticas de la American Heart Association, casi 4 de cada 10 casos son atendidos por testigos que no forman parte de los proveedores del servicio de emergencias médicas.

La American Heart Association recomienda a los testigos que presencien un caso de colapso súbito en un adolescente o adulto, llamar al 911 y realizar una “RCP usando solo las manos”, es decir, compresiones torácicas sin ventilaciones de rescate, hasta que llegue ayuda. Menos del 12% de las personas sobrevive un paro cardíaco fuera del hospital.

“La tasa de supervivencia es baja, sin embargo, si un testigo realiza una RCP inmediata, es posible mejorar los resultados de manera significativa”, señaló Audrey L. Blewer, Ph.D., M.P.H., autora principal del estudio y directora adjunta de los programas educativos del Centro de Resucitación de Ciencias en Penn Medicine.

En el estudio se examinaron los registros de 18 544 casos de paro cardíaco en adultos entre 2011 y 2015 que no fueron atendidos por el personal de emergencias y que sucedieron fuera del hospital. Los investigadores compararon los vecindarios según las clasificaciones del censo de EE. UU. basadas en el porcentaje de residentes latinos.

Esto fue lo que descubrieron:

  • En general, los testigos realizaron la RCP en el 37% de los casos.

  • En los vecindarios en los que los latinos representaban menos de la cuarta parte de la población, los testigos realizaron la RCP en el 39% de los paros cardíacos del estudio.

  • En los vecindarios en los que los latinos constituían más de las tres cuartas partes de la población, se realizó la RCP solo en el 27% de los casos.

  • Entre todos los pacientes del estudio, los latinos contaban con un 27% menos de probabilidad de recibir RCP que las personas de raza blanca.

  • Las víctimas de paro cardíaco de los vecindarios con más población latina contaban con casi un 40% menos de probabilidad de sobrevivir hasta el alta hospitalaria.

Blewer declaró que los hallazgos contemplan diferentes niveles de educación e ingresos entre los vecindarios.

Los datos se han obtenido del Consorcio de Resultados de Resucitación, una red de ensayos clínicos sobre los sistemas del servicio de emergencias médicas y los hospitales de Estados Unidos y Canadá. Las cifras del Consorcio sugieren que los paros cardíacos fuera del hospital suceden en 111 de cada 100 000 personas o en más de 350 000 personas en Estados Unidos cada año.

Se espera que la población latina de EE. UU., que a mediados de 2016 sumaba casi 58 millones de personas, se duplique en los próximos 40 años, según la Oficina del censo de EE. UU. Blewer señaló que es fundamental centrarse en las comunidades latinas como parte del esfuerzo para reducir las muertes por paro cardíaco en EE. UU. Los objetivos del Cuidado Cardiovascular de Emergencia de la American Heart Association incluyen la duplicación de los índices de actuación en el caso de RCP realizada por un testigo de esta década del 31% al 62% para 2020.

“Es necesario que pensemos en dirigirnos a las comunidades con tasas más bajas de RCP realizada por un testigo mediante una formación simple y eficaz sobre RCP”, señaló Blewer. “También debemos pensar en la información que se difunde a la población sobre la RCP. ¿Se está comunicando nuestro mensaje de manera clara y eficaz a todas las comunidades? ¿Se ha pensado en transmitir información sobre realizar compresiones rápidas y eficaces en el centro del pecho? ¿Se está transmitiendo este mensaje a todas las comunidades con diversidades raciales y étnicas?”

Durante la investigación, se ha descubierto que los condados que cuentan con una proporción más elevada de residentes latinos son más propensos a tener un índice más bajo de conocimiento de la RCP.

Un trabajo reciente realizado por Blewer y sus compañeros mostró que los latinos tienen menos probabilidades que las personas de raza negra o blanca de recibir información sobre el uso de un desfibrilador externo automático (DEA), un dispositivo portátil para salvar vidas que puede ser utilizado por personas que no cuentan con instrucción médica sobre cómo administrar una descarga eléctrica en el corazón.

Los coautores son Shaun McGovern, B.S., EMT-B; Robert Schmicker, M.S.; Susanne May, Ph.D., M.S.; Laurie Morrison, M.D.; Tom Aufderheide, M.D.; Mohamud Daya, M.D., M.S.; Ahamed Idris, M.D.; Clifton Callaway, M.D., Ph.D.; Peter Kudenchuk, M.D.; Gary Vilke, M.D.; y Benjamin S. Abella, M.D., M.Phil. Los datos públicos del autor se encuentran en el resumen.

El estudio está financiado por una ayuda económica clínica y para la población de la American Heart Association.

Nota: La presentación científica es el 10 de noviembre del 2018 a la 1:15 p. m. ET

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