Puntos destacados del estudio:

  • La deficiencia de Vitamina D desde el nacimiento hasta los primeros años de los niños se asoció con un mayor riesgo de padecer presión arterial sistólica alta durante la infancia y la adolescencia.
  • Los hallazgos del estudio sugieren que la detección de la deficiencia de vitamina D y el aporte de suplementos de esta vitamina durante el embarazo y los primeros años de vida podrían reducir el posterior riesgo de padecer presión arterial elevada.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m. CT/5 a. m. ET del lunes 1 de julio del 2019

DALLAS, 1 de julio del 2019. La deficiencia de Vitamina D desde el nacimiento hasta los primeros años de los niños se asoció con un mayor riesgo de padecer presión arterial elevada durante los últimos años de la infancia y en la adolescencia, según una nueva investigación de la revista Hypertension de la American Heart Association.

Los investigadores realizaron un seguimiento de 775 niños desde que nacieron hasta que alcanzaron los 18 años de edad en el Boston Medical Center. La mayoría de ellos vivía en áreas urbanas de bajos recursos y el 68% de los niños eran afroamericanos. Se determinó que los niveles bajos de vitamina D eran inferiores a 11 ng/ml (nanogramos por milímetro) en la sangre del cordón umbilical al nacer, e inferiores a 25 ng/ml en la sangre de los niños durante sus primeros años de vida.

En comparación con los niños que nacieron con los niveles apropiados de vitamina D:

  • Los niños que nacieron con bajos niveles de vitamina D presentaban un riesgo 60% mayor de sufrir presión arterial sistólica elevada entre los 6 y los 18 años de edad;
  • Los niños con niveles bajos de vitamina D de forma continuada durante los primeros años de la infancia presentaron el doble de riesgo de padecer presión arterial sistólica elevada entre los 3 y los 18 años de edad.

En una lectura de la presión arterial, el primer número o número superior indica la presión sistólica. Es decir, indica la presión que ejerce la sangre contra las paredes arteriales cuando late el corazón. Las lecturas de presión arterial sistólica alta aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, incluso cuando está controlada la presión arterial diastólica, el segundo número en la lectura de presión arterial.

"Actualmente, la American Academy of Pediatrics no ha presentado ninguna recomendación para identificar los niveles de vitamina D en mujeres embarazadas y niños pequeños. Nuestros hallazgos plantean la posibilidad de detectar y tratar la deficiencia de vitamina D con aportes de suplementos durante el embarazo y los primeros años de la infancia como un método efectivo para reducir la hipertensión arterial posterior", afirmó la autora principal del estudio, Guoying Wang, M.D., Ph.D., científica adjunta en la Johns Hopkins University Bloomberg School of Public Health en Baltimore, Maryland.

Wang agregó que todavía queda por resolver qué constituye los niveles óptimos de vitamina D en la circulación durante el embarazo y los primeros años de la infancia. Asimismo, señala que es necesario replicar los resultados del estudio en poblaciones más grandes.

El organismo necesita la vitamina D para absorber el calcio y así desarrollar huesos más fuertes. Nuestro organismo la produce cuando nos exponemos al sol y también se encuentra en algunos alimentos, como los huevos, el salmón y los productos lácteos enriquecidos; también está disponible como suplemento vitamínico.

La hipertensión arterial es una de las primeras causas prevenibles de enfermedades cardiovasculares en todo el mundo. La prevalencia de la hipertensión arterial en niños, junto con la obesidad infantil, ha aumentado en los últimos años, especialmente en niños afroamericanos. La hipertensión arterial en la infancia es un factor de riesgo relevante a la hora de padecer hipertensión arterial en la adultez, así como de desarrollar enfermedades cardiovasculares en esa etapa.

Los coautores del estudio son Xin Liu, M.D., Ph.D.; Tami Bartell, M.P.H.; Colleen Pearson, B.A.; Tina Cheng, M.D., M.P.H.; y Xiaobin Wang, M.D., M.P.H., Sc.D.

Los datos públicos de los autores están en el artículo.

El Children's Health Study (Estudio sobre la salud infantil) cuenta con el apoyo del National Institutes of Health (NIH, Instituto Nacional de la Salud) y de la Health Resources and Services Administration (HRSA, Administración de recursos y servicios de salud) del Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.).

Recursos adicionales:

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