Puntos destacados de la investigación:

  • La exposición a lo largo de toda la vida a diferentes tipos de eventos traumáticos o estrés parece reducir las posibilidades de una recuperación óptima después de un ataque o derrame cerebral.
  • Una revisión de los registros de salud de sobrevivientes de un derrame cerebral en Estados Unidos reveló que la agresión sexual estaba consistentemente vinculada a un peor funcionamiento físico y mediciones de recuperación cognitiva más deficientes un año después de un derrame cerebral.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m., CT/5 a. m., ET del jueves, 1 de febrero de 2024

DALLAS, 1 de febrero de 2024 — Los factores estresantes y los eventos traumáticos experimentados a lo largo de la vida pueden afectar negativamente la recuperación posterior a un derrame cerebral. Específicamente, los sobrevivientes de un derrame cerebral expuestos a agresión sexual en cualquier momento de su vida tuvieron un peor funcionamiento físico y resultados cognitivos un año después del evento, según un estudio preliminar que se presentará en la  Conferencia internacional sobre derrame cerebral 2024 de la American Stroke Association. El encuentro, que se llevará a cabo de manera presencial en Phoenix del 7 al 9 de febrero, es una reunión mundial de primer nivel para investigadores y médicos dedicados a la ciencia de los derrames cerebrales y la salud del cerebro.

“Es importante saber qué le ha sucedido a un paciente en su vida cuando le atendemos después de un derrame cerebral”, informa la autora principal del estudio, E. Alison Holman, Ph.D., Profesora de Enfermería y Ciencias Psicológicas en University of California, Irvine. “Evaluar el estrés y el trauma a lo largo de toda la vida es importante al atender a un paciente que ha tenido un derrame cerebral, ya que esas experiencias a menudo tienen un impacto de largo alcance y pueden predecir qué tan bien se recuperará una persona con el tiempo”.

Los investigadores examinaron datos del estudio STRONG (Stroke, sTress, RehabilitatiON, Genetics) para investigar tipos específicos de factores estresantes que podrían contribuir a resultados físicos y cognitivos adversos un año después de un derrame cerebral. En el estudio STRONG, los sobrevivientes de un derrame cerebral fueron evaluados cuatro veces durante el año. Las evaluaciones incluyeron la encuesta Lifetime Stress and Trauma Exposure (Exposición a estrés y trauma de por vida), completada aproximadamente 90 días después del derrame cerebral. Los participantes informaron su exposición a lo largo de la vida a 31 tipos diferentes de eventos estresantes o traumáticos, que incluyeron presenciar lesiones o muerte de un ser querido; agresión sexual; divorcio; abuso emocional y físico en la infancia; y pobreza. Además, un año después del derrame cerebral, se evaluó la función física y las capacidades cognitivas de los participantes. Los investigadores analizaron las relaciones entre la exposición a estrés y trauma a lo largo de la vida y los resultados funcionales y cognitivos entre 763 supervivientes, con una edad promedio de 63 años

El análisis determinó lo siguiente:

  • La agresión sexual fue el evento traumático más fuertemente asociado con una disminución moderada en la capacidad para realizar actividades de la vida diaria y puntuaciones más bajas en la escala de Rankin modificada (que describe la capacidad funcional de una persona) y en las puntuaciones de la Evaluación Cognitiva Telefónica de Montreal un año después del derrame cerebral, después de controlar la edad, el sexo, la raza y la puntuación de la escala de derrame cerebral de los Institutos Nacionales de Salud (una medida de la gravedad del ataque) tres meses después de un derrame cerebral. 
  • Otras experiencias adversas: presenciar cómo un miembro de la familia resulta lesionado o asesinado; divorcio o sufrir abuso físico infantil, también se asociaron de forma independiente con una disminución moderada en la capacidad para realizar actividades de la vida diaria un año después del derrame cerebral.
  • Estas asociaciones se mantuvieron incluso cuando en el análisis se tuvieron en cuenta los niveles de estrés agudo temprano después de un derrame cerebral.
  • En contraste, cuidar a un ser querido gravemente enfermo se asoció con puntuaciones más altas en la Evaluación Cognitiva Telefónica de Montreal. Holman señaló que las personas que cuidan a otros están más activamente involucradas en la vida cotidiana, lo que puede mantener la mente más aguda. 
  • Las mujeres tenían significativamente más probabilidades de informar haber sido víctimas de agresión sexual y de tener a un ser querido gravemente enfermo.

Holman enfatizó que los profesionales de la salud deben ser conscientes del impacto potencialmente duradero en la salud física de la agresión sexual y otros eventos traumáticos que ocurren a lo largo de la vida de una persona. Comprender que estas experiencias de vidas anteriores pueden determinar la forma en que los pacientes responden a un derrame cerebral posterior puede fomentar una comunicación más compasiva.

“A la gente le suceden cosas malas, por eso el objetivo es intervenir inmediatamente después del derrame cerebral para prevenir los peores efectos. Deberíamos poder utilizar esta información para asignar recursos de manera específica para brindar un mejor apoyo a las personas durante la recuperación posterior al derrame cerebral”, agregó. “Los profesionales de la salud pueden utilizar estrategias de primeros auxilios psicológicos para satisfacer las necesidades básicas de los pacientes, ayudarles a sobrellevar la situación y derivarlos a recursos como un grupo de apoyo o una agencia comunitaria. A veces, simplemente reconocer la experiencia es en sí mismo liberador”.

“Este estudio destaca la importancia de gestionar los factores estresantes y de aumentar nuestra resiliencia física y mental”, expresó Randi Foraker, Ph.D., M.A., FAHA, Vicepresidenta del Comité de Epidemiología y Prevención de Enfermería Cardiovascular de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón), Profesora de Medicina en el  Institute for Informatics, Data Science and Biostatistics y Directora del Centro de Informática en Salud Poblacional en Washington University en St. Louis, Escuela de Medicina, Missouri. “Algunas de las formas en que podemos reforzar nuestra resiliencia y nuestro bienestar es participar en la meditación consciente, el compromiso social y la actividad física. Como médicos, investigadores y cuidadores, debemos asegurarnos de brindarles a los sobrevivientes de un derrame cerebral la mejor oportunidad de vivir una vida más larga y saludable”. La Dra. Foraker no participó en este estudio.

Detalles y antecedentes del estudio:

  • El estudio incluyó a 763 supervivientes de un derrame cerebral (edad promedio de 63 años; 41.3 % mujeres; 60.9 % adultos blancos).
  • El estudio STRONG se realizó en 28 centros médicos en los EE. UU. entre 2016 y 2021.
  • Los hallazgos del estudio actual se basan en el estudio STRONG, dirigido por Holman y su colega Steven Cramer, M.D., que se publicó anteriormente en la revista profesional Stroke de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) (Septiembre de 2023), que también sugirió que la exposición al estrés traumático acumulativo perjudica la recuperación del derrame cerebral.

Las principales limitaciones del estudio fueron la exclusión de pacientes con un derrame cerebral grave y aquellos que no hablaban inglés, por lo que no sabemos si los hallazgos se aplicarían a esos pacientes. Se requiere investigación adicional para investigar los posibles mecanismos que vinculan estos eventos traumáticos con peores resultados después de un derrame cerebral. Holman sugiere que es importante examinar tanto los procesos psicológicos como los fisiológicos que puedan explicar los hallazgos.

Los nombres de los coautores, los datos públicos y las fuentes de financiación se encuentran en el resumen.

Las afirmaciones y conclusiones de los estudios se presentan en los encuentros científicos de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) son exclusivas de los autores del estudio y no reflejan necesariamente la política ni la posición de la Asociación. La Asociación no ofrece garantía de ningún tipo de su exactitud o fiabilidad. Las sinopsis que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no han sido revisadas por homólogos, sino que se han seleccionado por paneles de revisión independientes y se toman en consideración con base en su potencial para contribuir a la diversidad de los asuntos y puntos de vista científicos que se debatieron en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como artículos completos en publicaciones científicas revisadas por homólogos.

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Acerca de la American Stroke Association

La American Stroke Association se dedica a salvar a las personas de un ataque o derrame cerebral: la segunda causa de muerte en el mundo y una de las principales causas de discapacidad grave. Nuestro equipo está formado por millones de voluntarios para financiar la investigación innovadora, luchar por una política de sanidad pública más fuerte y proporcionar herramientas e información que salvan vidas para evitar y tratar los accidentes cerebrovasculares. La asociación, con sede en Dallas, dio sus primeros pasos oficialmente en 1998 como una división de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón). Para obtener más información o participar, llame al 1-888-4STROKE o visite stroke.org. Síganos en Facebook, X.

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