Este comunicado de prensa contiene información actualizada y datos que no están incluidos en el resumen.

Puntos destacados de la investigación:

  • Las tasas de supervivencia a los paros cardíacos extrahospitalarios en los EE. UU. disminuyeron de manera significativa al comienzo de la pandemia de COVID-19 en 2020 y solo mejoraron levemente hasta 2022. Las tasas de supervivencia se mantuvieron más bajas que en los años anteriores a la pandemia entre 2015 y 2019.
  • El estudio de más de medio millón de adultos en los EE. UU. que tuvieron un paro cardíaco extrahospitalario entre 2015 y 2022 también determinó que las tasas de supervivencia mejoraron a un ritmo más rápido, pero continuaron siendo mucho más bajas en las comunidades negras e hispanas en comparación con las comunidades predominantemente blancas.
  • Nota: El estudio presentado en este comunicado de prensa es un resumen de investigación. Los resúmenes presentados en los encuentros científicas de la American Heart Association no fueron revisados ​​por homólogos y los resultados se consideran preliminares hasta que se publiquen como artículos completos en una revista científica revisada por homólogos.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m., CT/5 a. m., ET del lunes 11 de noviembre de 2024

DALLAS, 11 de noviembre de 2024. Las tasas de supervivencia al paro cardíaco extrahospitalario disminuyeron de manera significativa al inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020 y siguen siendo más bajas que en los años previos a la pandemia entre 2015 y 2019, según un estudio preliminar que se presentará en las Sesiones Científicas de 2024 de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón). El encuentro, que se celebrará entre el 16 y el 18 de noviembre de 2024 en Chicago, es un intercambio mundial de primer nivel de los últimos avances científicos, investigaciones y actualizaciones de la práctica clínica basadas en evidencia en la ciencia cardiovascular.

En el análisis de los datos de más de medio millón de adultos en los EE. UU. que sufrieron un paro cardíaco extrahospitalario entre 2015 y 2022 también se observaron tasas de supervivencia más bajas en las comunidades predominantemente negras e hispanas.

“Nuestros resultados indican que el inicio de la pandemia de COVID-19 eliminó en gran medida los avances en la supervivencia al paro cardíaco extrahospitalario que se habían logrado durante los diez años anteriores a la pandemia, y exacerbó las disparidades entre las comunidades negras e hispanas”, afirmó Eric Hall, M.D., autor principal del estudio y subespecialista de cardiología en UT Southwestern Medical Center en Dallas. “Necesitamos hacer un esfuerzo concertado para mejorar las tasas de supervivencia en todos los ámbitos, con esfuerzos específicos para apoyar a las personas en comunidades con una mayoría de residentes negros e hispanos”.

Un paro cardíaco se produce cuando el corazón deja de latir repentinamente. A menudo es mortal si no se toman de inmediato las medidas adecuadas, por ejemplo, activar la respuesta a la emergencia, comenzando con RCP por parte de un reanimador lego y una desfibrilación urgente. La mayoría de los paros cardíacos extrahospitalarios se producen en el hogar, en entornos públicos o en residencias de ancianos, en lugar de en un hospital, según la American Heart Association.

En este estudio, los investigadores compararon las tasas de supervivencia extrahospitalaria en los EE. UU. durante los años previos a la pandemia (2015-2019) con las de la época en que la COVID-19 se propagó rápidamente (2020-2022), en particular en las primeras etapas, cuando las tasas de supervivencia al paro cardíaco disminuyeron de manera drástica. El equipo también examinó si las tasas de supervivencia mejoraron en los años transcurridos desde que comenzó la pandemia y si las mejoras se repartieron de forma equitativa entre las distintas comunidades raciales y étnicas.

El análisis determinó lo siguiente:

  • Antes de la pandemia, la tasa general de supervivencia extrahospitalaria hasta el alta del hospital era de casi el 10 %. La tasa de supervivencia al paro cardíaco variaba entre comunidades: en aquellas con residentes mayoritariamente negros e hispanos, era de alrededor del 8 %; y en comunidades multirraciales, era cercana al 11 %, en comparación con una tasa de supervivencia de más del 11 % en comunidades predominantemente blancas.
  • En 2020, la supervivencia al paro cardíaco extrahospitalario disminuyó al 9 % en general; sin embargo, en las comunidades negras e hispanas, la supervivencia disminuyó al 6,6 %, una disminución relativa del -16,5 % en comparación con la tasa anterior a la pandemia. Esta fue una disminución relativa mayor que la observada en las comunidades integradas multirraciales (-6,5 %) o las comunidades predominantemente blancas (-8,1 %).
  • En 2021 y 2022, hubo una mejora escasa en la supervivencia general tras un paro cardíaco extrahospitalario (9,1 %), todavía significativamente por debajo de los niveles previos a la pandemia del 9,9 %. Hubo una mejora modesta en la supervivencia después de un paro cardíaco en las comunidades mayoritariamente negras e hispanas, de modo que la disparidad en las tasas de supervivencia entre estas comunidades y las comunidades blancas se redujo al 2,6 % en 2022, en comparación con una brecha de más del 3 % entre 2015 y 2019. Sin embargo, las tasas de supervivencia se mantuvieron más bajas en las comunidades negras e hispanas en comparación con las comunidades predominantemente blancas en todos los períodos estudiados.

Los resultados sorprendieron al equipo de investigación. “Esperábamos que la supervivencia tras un paro cardíaco extrahospitalario se hubiera recuperado a los niveles anteriores a la pandemia”, afirmó Saket Girotra, M.D., S.M., autor principal del estudio y profesor asociado de cardiología en el Departamento de Medicina Interna de UT Southwestern Medical Center en Dallas. “Incluso en 2022, las tasas de supervivencia siguieron siendo peores que antes de la pandemia”.

Girotra señaló que el equipo está realizando investigaciones adicionales para comprender mejor el papel de los servicios de emergencias médicas en la atención relacionada con el paro cardíaco y para identificar las mejores prácticas para el tratamiento de pacientes que tienen un paro cardíaco extrahospitalario.

Sarah Perman, M.D., M.S.C.E., FAHA, presidenta del Consejo de Cuidados Cardiopulmonares, Críticos, Perioperatorios y de Reanimación de la American Heart Association, dijo que es probable que otros factores estén obstaculizando la recuperación tras la pandemia de COVID-19.

“Durante la pandemia, observamos demoras notables en la búsqueda de atención médica”, dijo Perman, profesora asociada del Departamento de Medicina de Emergencia de la Facultad de Medicina de Yale. “Ahora, creo que estamos viendo personas que tienen dificultades para acceder a la atención médica. Por lo tanto, no estamos en un entorno en el que podamos recuperarnos por completo.

“También es muy importante que reconozcamos otro factor”, afirmó. “En 2019, vimos la incorporación del fentanilo al mercado de drogas ilícitas, y eso obviamente coincidió un poco con la pandemia. Ese sigue siendo un factor, y estamos observando una mayor incidencia de paros cardíacos relacionados con sobredosis. Creo que eso también complica la forma en que se pueden interpretar estos datos”.

Perman instó a que se lleven a cabo iniciativas educativas y de divulgación comunitaria para generar conciencia en relación con el paro cardíaco y la reanimación cardiopulmonar: “Si alguien que está en nuestro círculo lamentablemente sucumbe a un paro cardíaco, es importante recordar que hay que presionar fuerte y rápido en el pecho de la persona y llamar al 911, para poder activar los servicios de emergencias médicas y obtener ayuda con los esfuerzos de reanimación”.

La investigación tiene varias limitaciones. Aunque los resultados se basan en datos del Cardiac Arrest Registry to Enhance Survival (Registro de Paros Cardíacos para Mejorar la Supervivencia), o CARES, que abarca más de la mitad de la población de los EE. UU., los datos pueden no ser aplicables a las comunidades que no participan en el registro. El diseño del estudio se centró en las observaciones, lo que limita la capacidad de evaluar las razones o causas de los resultados. El período de investigación finalizó en 2022, mientras que el fin del estado de emergencia de salud pública por la pandemia de COVID-19 se declaró el 11 de mayo de 2023.

Detalles, antecedentes y diseño del estudio:

  • El análisis incluyó a más de 506 000 adultos del registro CARES que habían sufrido un paro cardíaco extrahospitalario entre 2015 y 2022. La edad promedio fue de unos 62 años; el 64 % eran hombres, el 22 % eran adultos negros y el 7 % eran adultos hispanos.
  • El estudio comparó la supervivencia después de un paro cardíaco extrahospitalario durante el período entre 2015 y 2019 antes de la pandemia de COVID-19 con cada uno de los años 2020, 2021 y 2022 tras el comienzo de la pandemia.
  • Los investigadores también examinaron las tasas de supervivencia en busca de diferencias basadas en la composición racial y étnica de las personas en comunidades atendidas por agencias de servicios de emergencias médicas, definidas como comunidades predominantemente blancas (en las cuales más del 80 % de los residentes son blancos), comunidades predominantemente negras o hispanas (en las cuales más del 50 % de los residentes son negros o hispanos) o comunidades integradas multirraciales.

Los coautores, las divulgaciones y las fuentes de financiación se enumeran en el resumen.

Las afirmaciones y conclusiones de los estudios que se presentan en los encuentros científicos de la American Heart Association son exclusivas de los autores del estudio y no reflejan necesariamente la política ni la posición de la Asociación. La Asociación no ofrece garantía de ningún tipo de su exactitud o fiabilidad. Las sinopsis que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no han sido revisadas por homólogos, sino que se han seleccionado por paneles de revisión independientes y se toman en consideración con base en su potencial para contribuir a la diversidad de los asuntos y puntos de vista científicos que se debatieron en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como artículos completos en revistas científicas revisadas por homólogos.

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