¡Las latinas mayores se ponen de pie! Una simple intervención fomenta una mejor salud

Puntos destacados de la investigación:

  • Las latinas posmenopáusicas, sedentarias y con sobrepeso que participan en un programa de intervención de 12 semanas redujeron en gran medida el tiempo de descanso diario, lo que permitió aumentar el tiempo de pie y de movimiento.
  • El sedentarismo, que incluye estar sentado mucho tiempo, se vincula con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Las intervenciones que se centran en reducir el tiempo de descanso son estrategias de salud factibles y efectivas para mujeres mayores inactivas.

Prohibida su publicación hasta las 4 a. m. TC/5 a. m. TE, lunes 9 de noviembre del 2020

DALLAS, 9 de noviembre del 2020 — Las latinas posmenopáusicas con sobrepeso y sedentarismo que participan en un programa de intervención (se les enseñó cómo ponerse de pie más seguido y sentarse menos) de 12 semanas redujeron drásticamente el tiempo de descanso diario, según una investigación preliminar que se presentará en las sesiones científicas de la American Heart Association del 2020. La reunión se llevará a cabo de manera virtual, del viernes 13 de noviembre al martes 17 de noviembre del 2020. Es un primer intercambio mundial de los últimos avances científicos, de investigación y actualizaciones de las prácticas clínicas basadas en evidencia en ciencias cardiovasculares para la atención de la salud en todo el mundo.

“Hay cada vez más investigaciones que indican que las personas que pasan mucho tiempo sentadas, ya sea en el trabajo o en el hogar, tienen un riesgo mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares y problemas de circulación. Sin embargo, no hay muchos estudios que hayan explorado maneras de cambiar este comportamiento, en especial entre mujeres mayores de diversos orígenes”, dijo el autor del estudio, Gregory Talavera, M.D., M.P.H., profesor de psicología en la Universidad Estatal de San Diego, California. “Nuestra simple intervención puede sustituir o complementar otros cambios en el estilo de vida, destinados a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas mayores que, a menudo, son los más sedentarias en comparación con personas de otras edades”.

Talavera y otros colegas estudiaron a 254 latinas posmenopáusicas, sedentarias y con sobrepeso (edad promedio de 64 años) provenientes de entornos desfavorecidos en San Diego, del 2017 al 2019. Los investigadores asignaron de manera aleatoria a las mujeres para que participen en un programa de intervención de 12 semanas o en un grupo de comparación, en el que recibieron el mismo número de contactos para hablar sobre temas de envejecimiento saludable.

Las mujeres en el grupo de intervención hablaron con consejeros ocho veces durante las 12 semanas. Tres de esas reuniones fueron en persona, incluida una reunión en la casa de cada participante. Cinco fueron sesiones telefónicas. Las mujeres aprendieron a abordar los obstáculos para mantenerse de pie en sus vidas cotidianas. Las barreras más comunes fueron el tiempo y el dolor en las extremidades inferiores debido a la artritis. Los consejeros hablaron con las mujeres acerca de los indicios sociales, los hábitos personales y cómo cambiarlos para sentarse menos. Las intervenciones incluían: contratos de comportamiento, compartir lo que habían aprendido con su familia para el apoyo social, biorretroalimentación de un inclinómetro que iba sujetado al muslo (mide el tiempo sentado, de pie o acostado), un pequeño escritorio portátil para estar de pie y un temporizador de muñeca que les recordaba que debían ponerse de pie.

El grupo control recibió información escrita y 12 sesiones de asesoramiento telefónico para promover un envejecimiento saludable.

Mientras se adaptaba el programa, los investigadores consideraron los aspectos ligados a la familia del grupo, ya que muchas de las mujeres vivían en casas de varias generaciones. También era importante comprender los roles de género tradicionales/conservadores dentro de las comunidades latinas que podrían afectar su capacidad de ser más activas físicamente (dentro de una casa multigeneracional en las comunidades latinas, las mujeres mayores tienen menos probabilidades de trabajar fuera del hogar y es más probable que sean cuidadores de otros miembros de la familia y realicen muchas tareas domésticas).

“Proporcionamos una adaptación cultural para el programa, con el objetivo de personalizar una versión del protocolo en inglés al español, con cambios que reflejen los estilos de vida de las latinas, como la incorporación del tiempo de pie mientras se realizan las tareas domésticas”, dijo Talavera. “Este programa se puede realizar en el hogar y podría beneficiar a las mujeres que no pueden participar en la actividad física tradicional”.

Con los datos del inclinómetro, los investigadores descubrieron lo siguiente:

  • Al comienzo del estudio, todos los participantes pasaron un promedio de 540 minutos (9 horas) de descanso diario.
  • A las 12 semanas, las mujeres en el grupo de intervención redujeron ese tiempo a un promedio de 71 minutos diarios. Las mujeres en el grupo de control que recibieron solo información de salud cardíaca disminuyeron un tiempo promedio de 7,5 minutos diarios.
  • El tiempo de pie promedio aumentó casi 50 minutos al día en el grupo de intervención, en comparación con un aumento de 2,5 minutos al día en el grupo de control.
  • El tiempo de pie promedio aumentó más de 13 minutos en el grupo de intervención, en comparación con los casi 5 minutos en el grupo de control.

“Eran mujeres mayores con una serie de condiciones de salud que afectaban su capacidad para participar en actividades físicas tradicionales, por lo que nos sorprendió enormemente la gran mejora que mostró el grupo de intervención después de solo 12 semanas”, dijo Talavera. “Muchas mujeres mayores de distintos orígenes experimentan problemas en las extremidades inferiores, como la artritis. Creemos que esta simple intervención también puede beneficiar a otros grupos de mujeres mayores”.

Las participantes que cumplían con los requisitos se identificaban a sí mismas como latinas de habla inglesa o española y no utilizaban en su momento insulina ni padecían condiciones de salud graves que evitarían la participación en el estudio.

Los coautores son Sheila Castaneda, Ph.D.; Maria Lopez-Gurrola, M.D.; Ana Rebeca Alvarez-Malo, M.D.; Johanne Hernandez, R.N., M.B.A.; Dorothy Sears, Ph.D.; Chase Reuter, B.S.; Loki Natarajan, Ph.D.; Michelle Takemoto, Ph.D.; Ya-Ju Chang, Ph.D.; Yesenia Avitia, B.S.; Areilia Haimovich, B.S.; Luis Ornales, B.S.; Andrea De La Torre, B.S.; y Matthew Allison, M.D., M.P.H. Los datos públicos del autor se encuentran en el resumen.

La red de investigación enfocada estratégicamente en la American Heart Association sobre la salud de la mujer financió el estudio.

Este resumen se presentará en Enfermedades cardiovasculares en mujeres: temas especiales.

Recursos adicionales:

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