Aspectos destacados de las pautas actualizadas:

  • La American Heart Association y la American Academy of Pediatrics actualizan sus recomendaciones para los reanimadores legos sin entrenamiento y los reanimadores entrenados que reaniman a adultos y a niños que se han ahogado.
  • Una actualización importante es la recomendación de realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP) con ventilación de rescate y compresiones torácicas a toda persona que sufre un paro cardíaco tras un ahogamiento después de sacarla del agua.
  • Las recomendaciones actualizadas para la reanimación tras un ahogamiento están, por primera vez, bien codificadas, acompañadas de revisiones sistemáticas de la literatura y presentadas en una publicación integral.
  • La mayor parte de la actualización específica incluye nuevos temas que la Asociación no había abordado anteriormente, con recomendaciones de tratamiento, como la administración de oxígeno después de un ahogamiento, el uso de un desfibrilador externo automático (DEA) en caso de paro cardíaco tras un ahogamiento, programas de desfibrilación de acceso público y asistencia respiratoria prehospitalaria con o sin equipo. 
  • Se necesitan nuevas investigaciones para identificar las mejores prácticas de reanimación en caso de ahogamiento mediante informes estandarizados de eventos de ahogamiento y la evaluación de resultados, así como programas efectivos de prevención del ahogamiento, especialmente en regiones con recursos limitados.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m., CT/5 a. m., ET del martes, 12 de noviembre de 2024

DALLAS, 12 de noviembre de 2024. Las pautas actualizadas reafirman la recomendación de reanimación cardiopulmonar (RCP) y destacan la importancia de las compresiones con ventilación de rescate como primer paso para responder a un paro cardíaco tras un ahogamiento, según una nueva actualización específica las Pautas para circunstancias especiales de la American Heart Association y la American Academy of Pediatrics. Estas organizaciones se han asociado anteriormente para establecer pautas neonatales; sin embargo, esta es su primera colaboración en materia de reanimación tras un ahogamiento. Las recomendaciones se publican hoy simultáneamente en las revistas insignia revisadas por homólogos de cada organización, Circulation y Pediatrics. La publicación en Pediatrics se centra en la reanimación de niños tras su ahogamiento y hace referencia a la literatura pediátrica, mientras que la publicación en Circulation es para la reanimación de adultos y niños e incluye literatura dirigida a ambas poblaciones.

El ahogamiento es la tercera causa más común de muerte por lesiones no intencionales a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud estima que se producen alrededor de 236 000 muertes por ahogamiento cada año en todo el mundo. Según los CDC, es la principal causa de muerte en niños de entre 1 y 4 años de edad en los EE. UU.

Las disparidades en el acceso a clases de natación y otras estrategias preventivas han creado desigualdades; entre los niños de 17 años o menos, las tasas de ahogamiento en EE. UU. son más altas entre personas de raza negra, indios americanos y nativos de Alaska.

“La actualización específica sobre ahogamiento contiene las recomendaciones más actualizadas y basadas en evidencia sobre cómo reanimar a alguien que se ha ahogado, y ofrece orientación práctica para profesionales de la salud, reanimadores entrenados, cuidadores y familias”, afirmó la copresidenta del grupo de redacción, Tracy E. McCallin, M.D., FAAP, profesora asociada de pediatría en la División de Urgencias Pediátricas en el Rainbow Babies and Children’s Hospital en Cleveland. “Si bien trabajamos a diario para reducir los riesgos de ahogamiento mediante la educación y la divulgación comunitaria sobre la prevención del ahogamiento, aún necesitamos entrenamiento en preparación para emergencias que se pueda utilizar en circunstancias trágicas si se produce un ahogamiento”. 

Detallado en la nueva actualización de las pautas:

  • Se debe suponer que cualquier persona sacada del agua que no muestre signos de respiración normal o conciencia está sufriendo un paro cardíaco.
  • Los reanimadores deben iniciar de inmediato la RCP con ventilación de rescate], además de compresiones torácicas. Varios estudios a gran escala a lo largo del tiempo muestran que entre las personas que sufren un paro cardíaco por causas no cardíacas, como ahogamiento, una mayor cantidad sobrevive cuando la RCP incluye ventilación de rescate en comparación con la RCP solo con las manos (llamar al 911 y presionar fuerte y rápido en el centro del pecho.

El ahogamiento en general progresa con rapidez desde un paro respiratorio inicial (cuando una persona no puede respirar) hasta un paro cardíaco, lo que significa que el corazón deja de latir. Como consecuencia, la sangre no puede circular de manera adecuada por todo el cuerpo y se queda sin oxígeno.

“La RCP para un paro cardíaco debido a un ahogamiento debe centrarse en restablecer la respiración, así como en restablecer la circulación sanguínea”, dijo el copresidente del grupo de redacción, Cameron Dezfulian, M.D., FAHA, FAAP, profesor titular de Pediatría y Cuidados Intensivos en Baylor College of Medicine en Houston.

“El paro cardíaco después de un ahogamiento se debe con mayor frecuencia a una hipoxia grave, o niveles bajos de oxígeno en la sangre”, explicó Dezfulian. “Esto difiere del paro cardíaco súbito de causa cardíaca, cuando la persona generalmente sufre un colapso con sangre completamente oxigenada”.

Las pautas actualizadas recomiendan lo siguiente a los reanimadores sin entrenamiento y al público:

  • Realizar RCP con ventilación y compresiones a todas las personas que sufren un paro cardíaco tras ahogarse. Si una persona no está entrenada para brindar ventilación, no está dispuesta a hacerlo o es incapaz de hacerlo, puede realizar solo compresiones torácicas hasta que llegue la ayuda.  
  • La ventilación de rescate en el agua solo debe ser administrada por reanimadores entrenados en esta habilidad especial, si no compromete su propia seguridad. Los reanimadores entrenados también deben proporcionar oxígeno suplementario, si está disponible.
  • El inicio de la RCP siempre debe priorizarse y comenzar lo más pronto posible, ya que se ha demostrado que la RCP por parte de personas legas mejora los resultados en caso de ahogamiento.
  • El grupo de redacción recomienda la colocación de un desfibrilador externo automático (DEA) en instalaciones públicas donde se realizan actividades acuáticas, como piscinas o playas. Se puede usar una vez que se saca a la persona del agua, si está disponible, pero no debe retrasar el inicio de la RCP. Si está disponible, el DEA debe conectarse al paciente para evaluar si hay ritmos desfibrilables mientras se realiza la RCP. Aunque en la mayoría de los casos las personas que sufren un paro cardíaco tras un ahogamiento no tienen ritmos desfibrilables, si se produce un evento cardíaco primario, como un ataque cardíaco, mientras se está en el agua, los mejores resultados se obtienen cuando la desfibrilación se realiza rápidamente. El uso de DEA es seguro y factible en entornos acuáticos.
  • Todas las personas que requieran algún nivel de reanimación tras un ahogamiento, entre ellas las que solo necesitan ventilación de rescate, se deben trasladar a un hospital para su evaluación, control y tratamiento.

Además de las recomendaciones sobre la reanimación en caso de ahogamiento, la actualización de las pautas también destaca la Cadena de supervivencia tras un ahogamiento, que incluye los pasos necesarios para mejorar la probabilidad de supervivencia: prevención, reconocimiento y rescate seguro.

Prevención

Se ha estimado que más del 90 % de todos los ahogamientos se pueden prevenir. Las investigaciones han demostrado que la mayoría de los bebés se ahoga en bañeras y la mayoría de los niños en edad preescolar se ahoga en piscinas. La American Heart Association y la American Academy of Pediatrics recomiendan estar atentos al agua y practicar la seguridad en el agua. Una revisión completa de las directrices de prevención está fuera del alcance de estas pautas; sin embargo, el tema se trata en el informe técnico de 2021 de la American Academy of Pediatrics titulado Prevention of Drowning (Prevención del ahogamiento) y en las pautas de la Organización Mundial de la Salud y la Wilderness Medical Society. 

Reconocimiento

El reconocimiento de un ahogamiento puede ser difícil, porque una persona que se está ahogando puede no ser capaz de verbalizar que está en peligro o de hacer señales para pedir ayuda. El ahogamiento ocurre rápidamente. Las personas que están en peligro se sumergen rápidamente, pierden el conocimiento y pueden estar ocultas de cualquier persona que no las busque activamente.

Rescate seguro

La actualización de las pautas recomienda que los reanimadores debidamente entrenados, como los salvavidas, instructores de natación o socorristas, brinden ventilación de rescate en el agua a una persona que no responde y que se ha ahogado, si no compromete su propia seguridad. Estudios anteriores han demostrado que esto conduce a resultados de supervivencia más favorables. A una persona que se está ahogando y que está inconsciente y probablemente esté sufriendo un paro cardíaco se la debe sacar del agua en posición casi horizontal, con la cabeza sostenida por encima del nivel del cuerpo y las vías respiratorias abiertas. Si la persona que se está ahogando está consciente, puede ser preferible una posición más vertical para reducir el riesgo de vómitos.

En resumen, “Estas pautas actualizadas se basan en la evidencia más reciente disponible y están diseñadas para informar a los reanimadores entrenados y al público sobre cómo proceder en la reanimación de personas que se han ahogado. El ahogamiento puede ser mortal. Nuestras recomendaciones maximizan el equilibrio entre la necesidad de un rescate y reanimación rápidos y la priorización de la seguridad del reanimador”, afirmó Dezfulian.

La American Heart Association insta a todas las personas a inscribirse en los programas de entrenamiento de RCP disponibles a través de su plataforma en línea o centros comunitarios locales. La educación y el entrenamiento de RCP se ofrecen a profesionales de la salud, personal de primeros auxilios, particulares, escuelas y comunidades. La aplicación de una ventilación de rescate adecuada requiere práctica con un maniquí u otro entrenamiento de simulación.

Esta actualización conjunta específica fue preparada por el grupo voluntario de redacción en nombre de la American Heart Association y la American Academy of Pediatrics. Estas actualizaciones de las pautas clínicas actuales se desarrollaron con el aporte de expertos en ahogamiento, pediatría, cuidados críticos para adultos y niños, anestesiología, medicina de emergencia, SEM y campos relacionados. Se basa en siete revisiones sistemáticas realizadas por el Grupo de Trabajo de Soporte Vital Básico del Comité de Enlace Internacional sobre Reanimación, que se utilizan para generar recomendaciones de tratamiento actualizadas y declaraciones de buenas prácticas. Esta actualización de las pautas reemplaza las recomendaciones anteriores de la American Heart Association para el ahogamiento emitidas en 2020 y sirve como complemento del informe técnico de Prevención del ahogamiento de 2021 de la American Academy of Pediatrics y la declaración de política relacionada para la Prevención del ahogamiento de 2019. Todas las demás recomendaciones y algoritmos publicados en las Pautas de la American Heart Association de 2020 para la RCP y la atención cardiovascular de emergencia siguen siendo las recomendaciones clínicas oficiales para la reanimación fuera de la circunstancia especial del ahogamiento.

Los miembros adicionales del grupo de redacción son Joost Bierens, M.D., Ph.D.; Cody L. Dunne, M.D.; Ahamed H. Idris, M.D., FAHA; Andrew Kiragu, M.D., FAAP; Melissa Mahgoub, Ph.D.; Rohit P. Shenoi, M.D., FAAP; David Szpilman, M.D.; Mark Terry, M.P.A., N.R.P.; Janice A. Tijssen, M.D., M.Sc., FAHA; Joshua M. Tobin, M.D., M.Sc.; y Alexis A. Topjian, M.D., M.S.C.E., FAHA. Los datos públicos de los autores se encuentran en el artículo.

Tanto la American Heart Association como la American Academy of Pediatrics mantienen políticas estrictas para evitar que conflictos de intereses influyan en el contenido científico. La Asociación recibe principalmente financiación de personas particulares. Algunas fundaciones y empresas (incluidas compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) también realizan donaciones y financian programas y eventos específicos de la Asociación. Los ingresos provenientes de compañías farmacéuticas y biotecnológicas, fabricantes de dispositivos y proveedores de seguros salud, así como la información financiera general de la Asociación, están disponibles aquí.

Recursos adicionales:

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