American Heart Association

Los acontecimientos traumáticos pueden agravar los efectos del sueño deficiente en la salud cardiaca de los niños

Puntos destacados de la investigación:

  • Los niños de 6 a 17 años que tuvieron más experiencias traumáticas, según los padres, tenían más probabilidades de dormir poco o demasiado. Investigaciones anteriores han indicado que tanto las experiencias adversas en la infancia como la falta de sueño se asocian a resultados cardiovasculares negativos en etapas posteriores de la vida.
  • El análisis retrospectivo de los datos de más de 100,000 niños en todo Estados Unidos, recopilados entre 2018 y 2021, reveló que más de un tercio de los niños no dormían la cantidad de horas recomendada por Life's Essential 8 de la American Heart Association, que son de 9 a 12 horas cada noche para niños de 6 a 12 años y de 8 a 10 horas cada noche para los de 13 a 18 años.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m., CT/5 a. m., ET del lunes 6 de noviembre de 2023

DALLAS, 6 de noviembre de 2023 — Los acontecimientos traumáticos vividos durante la infancia pueden magnificar los efectos negativos del exceso o la falta de sueño en la salud cardiovascular de los niños, según una investigación preliminar que se presentará en las Sesiones científicas de 2023 de la American Heart Association. La reunión, que se celebrará del 11 al 13 de noviembre en Filadelfia, es un intercambio mundial de los últimos avances científicos, investigaciones y actualizaciones de la práctica clínica basada en la evidencia en la ciencia cardiovascular.

El análisis de más de 100,000 niños en EE. UU. reveló que más de un tercio de ellos no dormía la cantidad diaria de horas recomendada por Life’s Essential 8 de la American Heart Association, que es de 10 a 16 horas de sueño cada 24 horas, incluidas siestas, para niños de 5 años o menos, de 9 a 12 horas cada día para niños de 6 a 12 años y de 8 a 10 horas para los de 13 a 18 años. Según Life's Essential 8, el sueño insuficiente o excesivo es un factor de riesgo clave para una salud cardiovascular subóptima. Este estudio es uno de los primeros en examinar la prevalencia de la falta o el exceso de sueño en los más jóvenes mediante la herramienta de evaluación de la salud de Life's Essential 8 .

Investigaciones anteriores también han descubierto que las experiencias adversas en la infancia se asocian a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 o accidentes cerebrovasculares en etapas posteriores de la vida. Las experiencias adversas en la infancia son acontecimientos potencialmente traumáticos que pueden repercutir en la salud y el bienestar. En este estudio, algunos de los acontecimientos traumáticos fueron el divorcio de los padres, la muerte o el encarcelamiento del padre o la madre, las experiencias violentas, la convivencia con una persona con dependencia al alcohol o las drogas o con problemas de salud mental, los abusos físicos, emocionales o sexuales, o el trato injusto por motivos de raza, etnia, orientación sexual o identidad de género.

Los investigadores examinaron los datos de los años 2018-2019 y 2020-2021 Encuesta Nacional de la Salud de los Niños (NSCH) para investigar la relación entre la duración del sueño y el número de experiencias infantiles adversas registradas en niños estadounidenses. Las encuestas incluían preguntas demográficas sobre los niños y preguntas variadas sobre su salud y comportamiento, así como sobre su hogar. Los padres o tutores respondieron "Sí" o "No" en cuanto a si su hijo había experimentado alguna vez alguno de los acontecimientos traumáticos de la lista, si el hogar había sufrido dificultades económicas desde que nació el niño y cuántas horas dormía su hijo la mayoría de las noches de la semana.

"Obtener más información sobre la calidad del sueño de niños y adolescentes puede aportar valiosos conocimientos sobre la relación entre las experiencias adversas en la infancia y el sueño", afirmó la autora principal del estudio, MinKyoung Song, Ph.D., R.N., F.N.P., FAHA y profesora asociada de la Facultad de Enfermería de la Oregon Health & Sciences University. "Es probable que los niños que duermen poco o demasiado sigan sin dormir las horas adecuadas en la edad adulta, y puede ser necesaria una intervención temprana para combatir los efectos negativos progresivos que el sueño subóptimo puede tener sobre los procesos cardiovasculares y otros procesos metabólicos".

El análisis determinó lo siguiente:

  • Más de un tercio de los 101,105 niños no seguían las pautas de sueño recomendadas, ya fuera porque no dormían lo suficiente o porque dormían demasiado.
  • Los niños con más experiencias infantiles adversas declaradas tenían más probabilidades de dormir demasiado o muy poco.
  • Cada acontecimiento traumático adicional aumentaba en un 8% la probabilidad de que un niño durmiera 1 o 2 horas menos o más de 1 hora más de lo recomendado, o aumentaba en un 26% la probabilidad de que un niño durmiera más de 2 horas menos de lo recomendado.

"Estos hallazgos sugieren que los acontecimientos traumáticos vividos durante la infancia podrían amplificar los efectos adversos del sueño insuficiente o excesivo sobre la salud cardiaca", afirmó Song. Hizo hincapié en que estos resultados subrayan la importancia de que los profesionales de la salud comprendan e integren en su práctica clínica la atención informada por el trauma, así como de futuras investigaciones sobre el desarrollo de la resiliencia, el apoyo emocional y las relaciones positivas, en particular para los niños que han sufrido acontecimientos traumáticos.

"Del mismo modo, los padres y cuidadores deben ser conscientes de que un sueño inadecuado está relacionado con resultados negativos en la salud cardiovascular", añadió.

Antecedentes y detalles del estudio:

  • El estudio incluyó a un total de 101,105 niños estadounidenses de entre 6 y 17 años.
  • Los padres o tutores de 42,141 niños respondieron las preguntas sobre sus hijos para la Encuesta Nacional de la Salud de los Niños de 2018-2019. El 58,22% de los niños tenía entre 6 y 12 años y el 41,78%, entre 13 y 17 años. El 50,89% de los niños se identificaron como varones y el 49,11%, como mujeres. Los padres indicaron las siguientes razas y etnias de los niños: un 50,3% se identificó como blanco, no hispano, un 25,71% seleccionó hispano, un 13,55% se identificó como negro, no hispano y 10,44% seleccionó multirracial u otro, no hispano.
  • Los padres o tutores de 58,964 niños respondieron las preguntas sobre sus hijos para la Encuesta Nacional de la Salud de los Niños de 2020-2021. El 51,04% de los niños se identificaron como varones y el 48,96%, como mujeres. Los padres indicaron las siguientes razas y etnias de los niños: un 50,21% se identificó como blanco, no hispano, un 26,05% seleccionó hispano, un 13,34 % se identificó como negro, no hispano y 10,4% seleccionó multirracial u otro, no hispano.
  • En este estudio, los niños se clasificaron en tres subgrupos: 1) los que dormían lo suficiente para su edad, o el tiempo óptimo; 2) los que indicaron dormir entre 1 y 2 horas menos o más de 1 hora más de lo recomendado cada noche y 3) los que indicaron dormir 2 o más horas menos de lo recomendado cada noche. Tanto el grupo 2 como el 3 indicaron una duración de sueño subóptima.
  • En las encuestas NSCH, la pregunta sobre si el hogar enfrentaba dificultades económicas tenía cuatro opciones de respuesta ("Nunca", "Rara vez", "A menudo" o "Muy a menudo"), pero para este análisis se combinaron en dos categorías: "A menudo/muy a menudo" o "Nunca/rara vez".

El estudio tenía varias limitaciones. Se basó en cuestionarios completados por los padres o tutores, y puede que los resultados no fueran precisos debido al sesgo de la memoria (errores que se producen cuando los participantes no recuerdan o recuerdan mal hechos pasados) y a la posible falta o exceso de información, ya que se trata de sus opiniones y perspectiva del niño en lugar de la perspectiva del propio niño. Además, como los datos solo incluyen información de un único momento, estos resultados no pueden confirmar una relación causal entre las experiencias infantiles adversas y la duración del sueño.

"El estudio reveló que los acontecimientos traumáticos agravan los efectos del sueño deficiente en la salud de los niños, y no me sorprenden esos resultados. Gran parte de lo que experimentamos cada día afecta la calidad y la duración de nuestro sueño", dijo Carissa Baker-Smith, M.D., M.P.H., M.S., FAHA, directora de Cardiología Preventiva Pediátrica en el Hospital Infantil Nemours en Wilmington, Delaware, y coautora de la declaración científica del 2023 de la Asociación sobre la hipertensión primaria pediátrica. "Los padres deben comprender que nuestra salud mental desempeña un papel extremadamente importante en cómo dormimos y en la calidad y duración de nuestro sueño. Si los niños experimentan cambios en su salud mental, como depresión o ansiedad, es importante hablar de ello, abordarlo y trabajar para resolverlo".

Los coautores, las divulgaciones y las fuentes de financiación se enumeran en el resumen.

Las declaraciones y conclusiones de los estudios que se presentan en las reuniones científicas de la American Heart Association son responsabilidad exclusiva de los autores del estudio y no reflejan necesariamente la política o la posición de la Asociación. La Asociación no ofrece garantía de ningún tipo de su exactitud o fiabilidad. Los resúmenes presentados en las reuniones científicas de la Asociación no son revisados por pares, sino que son seleccionados por paneles de revisión independientes y se consideran en función del potencial para agregar a la diversidad de temas científicos y puntos de vista discutidos en la reunión. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como un manuscrito completo en una revista profesional científica revisada por pares.

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