DALLAS, 14 de septiembre del 2022: Aunque la mayoría de los padres conocen las vacunas que necesitan los niños para mantenerse sanos, muchas personas no se dan cuenta de que también hay vacunas importantes para mantener la salud del corazón de los adultos. La American Heart Association recomienda a todos los adultos, especialmente a los que ya tienen antecedentes de enfermedades cardíacas o ataque o derrame cerebral, a que revisen su estado de inmunización y se mantengan al día con las vacunas preventivas, especialmente la de la gripe y el COVID-19.

  • Influenza/gripe: La temporada de gripe comienza a principios del otoño y se extiende hasta principios de la primavera. Muchas personas pueden experimentar solo unos días de dolores y escalofríos, pero la gripe puede ser mortal para algunas personas, incluidas las más jóvenes, las personas mayores y quienes padecen enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, ataque o derrame cerebral y diabetes. Se han realizado algunas investigaciones en las que se relaciona la infección de la gripe con las enfermedades cardiovasculares (ECV). Vacunarse contra la gripe no solo puede prevenirla, sino que también puede reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un ataque o derrame cerebral.
    • En un estudio publicado a principios de este año en  Stroke, la revista de la American Heart Association, se descubrió que, entre un grupo de personas hospitalizadas por diversas razones, las que experimentaron una enfermedad similar a la gripe en el mes siguiente a su hospitalización tenían un 38% más de probabilidades de sufrir un ataque o derrame cerebral, en comparación con las que no tuvieron una enfermedad similar. Haber recibido una vacuna contra la gripe en el año anterior a la hospitalización redujo el riesgo de ataque o derrame cerebral de una persona al 11%.
    • Según un estudio presentado en la reunión sobre Ciencias Cardiovasculares Básicas del 2020 de la American Heart Association, las personas mayores de 50 años que fueron hospitalizadas y aquellas que se encontraban en residencias de ancianos con alto riesgo de contraer la gripe tenían menores tasas de muerte, ataque cardíaco, ataque isquémico transitorio o derrame cerebral y paro cardíaco si estaban vacunados contra la gripe.
    • Y en un estudio publicado en Circulation, la revista insignia de la American Heart Association, se descubrió que las personas con insuficiencia cardíaca que se vacunaban anualmente contra la gripe tenían un 18% menos de probabilidades de morir por ECV o cualquier otra causa, en comparación con las que no se vacunaban.

De acuerdo con el director médico para la prevención de la American Heart Association, el Dr. Eduardo Sánchez, M.P.H., FAHA, “La vacunación anual contra la gripe debería formar parte de la atención médica rutinaria de todas las personas y, especialmente, de las que ya padecen enfermedades crónicas que las exponen a un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos o ataques o derrames cerebrales”. “Las complicaciones posiblemente graves de la gripe son mucho mayores para aquellos que sufren de enfermedades crónicas. Esto es cierto no solo para las personas mayores, sino incluso para las de 50 años o menos que tienen antecedentes de presión arterial alta, enfermedades cardíacas o diabetes”.

  • COVID-19: La American Heart Association estableció el Registro de Enfermedades Cardiovasculares del COVID-19 al comienzo de la pandemia, y el registro ha llevado a una serie de estudios que informan que las personas con enfermedades cardiovasculares o con riesgo de padecerlas tienen más probabilidades de contagiarse y morir a causa del COVID-19. Además, en la investigación se descubrió que muchas personas experimentan nuevas enfermedades cardíacas y vasculares después de tener COVID-19.
    • En un estudio procedente del registro y publicado a principios de este mes en la revista médica de la American Heart Association Circulation: Arrhythmia and Electrophysiology, se descubrió una nueva aparición de fibrilación auricular (FibA) en 1 de cada 20 pacientes hospitalizados con COVID-19.
    • En la investigación del registro presentada en la Conferencia internacional sobre ataques o derrames cerebrales de la American Heart Association a principios de este año, se descubrió que las personas hospitalizadas con COVID-19 tenían un mayor riesgo de sufrir un ataque o derrame cerebral en comparación con las personas que padecían afecciones infecciosas similares, como la gripe o la sepsis.
    • En un estudio publicado en la revista Journal of the American Heart Association en febrero del 2021, se descubrió que la obesidad, la presión arterial alta, la diabetes y la insuficiencia cardíaca, todos factores de riesgo relacionados con las ECV, eran cuatro de los principales riesgos de complicaciones del COVID-19.

“No podemos enfatizar lo suficiente en las conexiones entre el COVID-19 y las enfermedades cardiovasculares. Existen pruebas claras de que las personas que padecen enfermedades cardíacas y vasculares, e incluso las que tienen factores de riesgo de ECV, tienen más probabilidades de contagiarse de COVID y sufrir complicaciones más graves a causa del virus. También sabemos que el COVID no es solo una enfermedad respiratoria, sino que puede causar enfermedades cardíacas y problemas de coagulación de la sangre en personas que nunca han padecido este tipo de afecciones”, afirmó Sánchez. “Recomendamos a todas las personas que cumplan los requisitos que se vacunen y reciban todos los refuerzos recomendados. Se ha demostrado que los efectos secundarios de la vacuna son mínimos y superan ampliamente el mayor riesgo de contraer COVID”.

Aunque las vacunas contra la gripe y el COVID-19 son de suma importancia, también hay otras vacunas que pueden ayudar a mantener la salud del corazón.

La vacuna neumocócica protege contra una causa común de neumonía grave y es especialmente importante para las personas de 65 años o más y otras con ciertas condiciones médicas subyacentes. Este tipo de neumonía puede ser mortal, sobre todo para las personas que ya tienen un alto riesgo de sufrir complicaciones de salud, incluidas las ECV. Una sola vacuna suele servir por varios años, aunque, dependiendo de la edad que tenga cuando se ponga la primera dosis, es posible que necesite una segunda más adelante.

Zóster, una infección vírica causada por el virus de la varicela, se relacionó con un mayor riesgo de sufrir un ataque o derrame cerebral. Más del 99% de las personas de 40 años o más en Estados Unidos pueden portar el virus inactivo de la varicela, también conocido como el virus varicela-zóster, sin siquiera darse cuenta. En un estudio presentado en la Conferencia internacional sobre ataques o derrames cerebrales del 2021 de la American Stroke Association, se descubrió que la vacuna contra el zóster puede reducir el riesgo de ataque o derrame cerebral en aproximadamente un 16% en los adultos mayores.

También hay investigaciones en las que se relaciona el virus del papiloma humano, o VPH, una infección común de transmisión sexual, con las enfermedades cardiovasculares. En un estudio del 2019 publicado en Circulation Research, la revista de la American Heart Association, se descubrió que las mujeres coreanas infectadas con cepas de alto riesgo del VPH tenían un 22% más de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca o sufrir un ataque o derrame cerebral que las mujeres no infectadas por el virus. Aunque esta vacuna no se encuentra actualmente entre las recomendadas por la Asociación por sus beneficios cardiovasculares, la investigación apunta a la creciente evidencia sobre las conexiones entre las infecciones virales y las enfermedades cardiovasculares.

Según Sanchez, “todavía hay mucho por descubrir sobre cómo las infecciones y las inflamaciones pueden afectar al sistema cardiovascular y al cerebrovascular del organismo. Lo que sí sabemos es que la atención preventiva, incluida la vacunación con regularidad, según corresponda, puede salvar vidas”. “E incluso si cree que no tiene un alto riesgo de contraer enfermedades infecciosas como la gripe o el COVID-19, es importante que piense en otras personas con las que está en contacto y que están en riesgo, como sus parientes mayores, sus hijos pequeños, las personas de su familia con antecedentes de enfermedades cardíacas y ataque o derrame cerebral. Si se vacuna, puede reducir la propagación de estas infecciones mortales a otras personas”.

Obtenga más información sobre las vacunas importantes y otros consejos de salud preventiva en heart.org.

Recursos adicionales:

Acerca de la American Heart Association

La American Heart Association es una fuerza incansable para un mundo de vidas más largas y saludables. Nos dedicamos a garantizar una salud equitativa en todas las comunidades. A través de la colaboración con numerosas organizaciones, e impulsados por millones de voluntarios, financiamos la investigación innovadora, abogamos por la salud de la población y compartimos recursos que salvan vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente líder de información de salud durante casi un siglo. Comuníquese con nosotros a través de heart.orgFacebookTwitter o llamando al 1-800-AHA-USA1.  

###


Para realizar consultas sobre los medios de comunicación o el punto de vista experto de la AHA/ASA, llame al 214-706-1173

Cathy Lewis: 214-706-1324, cathy.lewis@heart.org

Para consultas públicas: 1-800-AHA-USA1 (242-8721)

heart.org y stroke.org