DALLAS, 1 de septiembre del 2022 — En una investigación, se descubrió que 1 de cada 20 pacientes con un dispositivo cardíaco electrónico implantable (CIED, por sus siglas en inglés), como un marcapasos o un desfibrilador implantable, presenta una infección en un plazo de tres años tras el implante.[1] Sin embargo, a pesar de las directrices con base científica, varios pacientes con una infección por un CIED no reciben el cuidado más reciente con base científica disponible. Un nuevo informe emitido por la Iniciativa Nacional de Infecciones por CIED de la American Heart Association tiene como finalidad cambiar dicha situación.
El informe es el resultado de una cumbre que contó con la participación de importantes líderes de opinión, partes interesadas, sociedades médicas, grupos de pacientes y otros participantes del sistema de atención, los cuales fueron convocados por la American Heart Association, una fuerza global para lograr una vida más saludable para todos, como parte de una iniciativa aún mayor. La cumbre realizada en marzo tuvo la finalidad de identificar obstáculos, oportunidades y recomendaciones para respaldar la mejora de la concientización, la detección y el tratamiento de las infecciones por CIED.
A pesar de que la extracción oportuna del dispositivo es la opción de tratamiento más adecuado para los pacientes que presentan una infección por CIED, varios de ellos no consiguen someterse a este procedimiento, según un estudio publicado en la revista médica de la American Heart Association Circulation: Arrhythmia and Electrophysiology.
“Aunque no son frecuentes, las infecciones por CIED tampoco presentan una baja incidencia, y en una investigación reciente se indica que solo a 1 de cada 5 pacientes con una infección por CIED se le ha extraído por completo el dispositivo”, indicó el Dr. Bruce Wilkoff, MD, presidente voluntario del grupo organizador de la Cumbre de Infecciones por CIED de la American Heart Association y director del departamento de dispositivos de electroestimulación cardíaca y taquiarritmia en la Cleveland Clinic. “Los costos de esta situación son el dolor, la hospitalización, la cirugía y, cuando no se identifica ni se trata adecuadamente, la muerte. Aunque se dispone de tratamientos eficaces, muchas de estas infecciones no se detectan ni se tratan de conformidad con las directrices”.
Las perspectivas y los datos presentados en la cumbre identificaron un claro problema. El llamado de atención resultante presenta varias dimensiones y depende de los profesionales de la salud el evaluar el tratamiento que reciben los pacientes con una infección por CIED, fomentanr el cumplimiento de las directrices y comunicar las desigualdades existentes en términos de la atención. Se hace un llamado a los pacientes a que defiendan su propia salud. Las partes interesadas definieron un plan de acción inicial para fomentar el cambio, el cual se resume en elementos de acción clasificados en las siguientes tres categorías:
- Prevención, Detección y Diagnóstico: identificación de los problemas más trascendentales en entornos clínicos mediante la obtención de conclusiones para los médicos, lo que incluye la función de la informática.
- Mejora en el Tratamiento y Manejo de las Infecciones por CIED: recomendaciones para mejorar los sistemas de atención.
- Concientización y Educación: ejemplos de iniciativas propuestas por consumidores y profesionales de la salud sobre otras enfermedades.
La Iniciativa Nacional de Infecciones por CIED de la American Heart Association, la cual comenzó en el 2021, cuenta con el respaldo del tratamiento guiado por imágenes de Philips. Este esfuerzo realizado durante dos años culminará con seminarios web y podcasts educativos que se promocionarán y difundirán a lo largo de la extensa red de profesionales de la salud de la American Heart Association.
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[1] Cantillon D. J Am Coll Cardiol EP. Nov. 3, 2017:(11)1296–1305.