Recomendaciones destacadas:

  • Un nuevo aviso presidencial de la American Heart Association identifica las fuertes conexiones entre las enfermedades cardiovasculares (ECV), las enfermedades renales, la diabetes tipo 2 y la obesidad, y sugiere redefinir el riesgo, la prevención y el manejo de las ECV.
  • El aviso define por primera vez el síndrome cardiovascular-renal-metabólico (cardiovascular-kidney-metabolic, CKM).
  • El síndrome CKM abarca desde la Etapa 0, o sin factores de riesgo y con un enfoque totalmente preventivo, hasta la Etapa 4, la etapa de mayor riesgo con enfermedad cardiovascular. La Etapa 4 también puede incluir insuficiencia renal.
  • El aviso recomienda el uso de una nueva herramienta que predecirá la probabilidad de que una persona sufra un ataque cardíaco, un ataque o derrame cerebral o insuficiencia cardíaca en 10 y 30 años.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m. CT/5 a. m. ET del lunes, 9 de octubre de 2023

DALLAS, 9 de octubre de 2023 — Los expertos en salud están redefiniendo el riesgo, la prevención y el manejo de las enfermedades cardiovasculares (ECV), según un nuevo aviso presidencial de la American Heart Association publicado hoy en la revista profesional insignia de la Asociación, Circulation.

Diversos aspectos de las enfermedades cardiovasculares que se superponen con la enfermedad renal, la diabetes tipo 2 y la obesidad respaldan el nuevo enfoque. Por primera vez, la American Heart Association define la superposición de estas afecciones como síndrome cardiovascular-renal-metabólico (CKM). Las personas que padecen o que corren riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares pueden tener el síndrome CKM.

El nuevo enfoque detallado en el aviso presidencial incluye lo siguiente:

  • Las etapas del síndrome CKM que van desde la Etapa 0, o ningún factor de riesgo y un enfoque totalmente preventivo, hasta la Etapa 4, la etapa de mayor riesgo con enfermedad cardiovascular establecida. La Etapa 4 también puede incluir insuficiencia renal. Cada etapa se correlaciona con exámenes y tratamientos específicos.
  • Detectar y abordar los factores sociales que impactan la salud.
  • Enfoques de atención colaborativa entre múltiples especialidades para tratar al paciente de manera integral.
  • Actualizaciones sugeridas para el algoritmo, o calculadora de riesgos, que ayuda a los profesionales de la salud a predecir la probabilidad de que una persona sufra un ataque cardíaco o un derrame cerebral. La actualización agrega una predicción de riesgo de insuficiencia cardíaca, que estima el riesgo de “enfermedad cardiovascular total”: ataque cardíaco, derrame cerebral o insuficiencia cardíaca.
  • El grupo de redacción sugiere que el algoritmo actualizado proporcione estimaciones de riesgo de enfermedad cardiovascular a 10 y 30 años.

Según la Actualización estadística de 2023 de la American Heart Association, 1 de cada 3 adultos estadounidenses tiene tres o más factores de riesgo que contribuyen a enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos o enfermedades renales.El síndrome CKM afecta a casi todos los órganos importantes del cuerpo, incluidos el corazón, el cerebro, los riñones y el hígado. Sin embargo, el mayor impacto se produce en el sistema cardiovascular, afectando los vasos sanguíneos y la función del músculo cardíaco, la tasa de acumulación de grasa en las arterias y los impulsos eléctricos en el corazón, entre otros.

“El aviso aborda las conexiones entre estas afecciones con un enfoque particular en identificar a las personas que atraviesan las primeras etapas del síndrome CKM”, expresó Chiadi E. Ndumele, M.D., Ph.D., MHS, FAHA, Presidente del Comité de Redacción, Profesor Asociado de Medicina y Director de Investigaciones en Obesidad y Cardiometabolismo de la División de Cardiología de Johns Hopkins University en Baltimore. “La detección de enfermedades renales y metabólicas nos ayudará a iniciar terapias protectoras con antelación a fin de prevenir de manera más efectiva las enfermedades cardíacas y controlar mejor las enfermedades cardíacas existentes”.

Según el aviso, el síndrome CKM es una consecuencia de la prevalencia históricamente alta de obesidad y diabetes tipo 2 tanto en adultos como en jóvenes. La diabetes tipo 2 y la obesidad son condiciones metabólicas (la “M” en la sigla CKM) que también son factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Además, la causa más frecuente de muerte entre las personas con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica es la enfermedad cardiovascular.

“Ahora contamos con varias terapias que previenen el empeoramiento tanto de la enfermedad renal como de las enfermedades cardíacas”, afirmó Ndumele. “El aviso proporciona orientación a los profesionales de la salud sobre cómo y cuándo utilizar esas terapias, y a la comunidad médica y al público en general sobre las mejores formas de prevenir y controlar el síndrome CKM”.

Con múltiples condiciones médicas que controlar, Ndumele señaló que la atención fragmentada es una preocupación en el tratamiento de pacientes con síndrome CKM, particularmente para aquellos con barreras para la atención. “El aviso sugiere formas en que los profesionales de diferentes especialidades pueden trabajar mejor juntos como parte de un equipo unificado para tratar al paciente de manera integral”. Además, el aviso destaca la importancia de detectar y abordar sistemáticamente los factores sociales que actúan como determinantes o impulsores de la salud, como la inseguridad nutricional y las oportunidades para hacer ejercicio, como aspectos clave de la atención óptima del síndrome CKM.

Un artículo complementario publicado con el aviso presidencial, una nueva declaración científica de la American Heart Association: “Una sinopsis de la evidencia para la ciencia y el manejo clínico del síndrome cardiovascular-renal-metabólico (CKM)”, documenta la evidencia del enfoque propuesto del comité de redacción. La declaración científica reúne evidencia de las pautas actuales y estudios de investigación extensivos, y describe las áreas en las que persisten brechas en el conocimiento necesario para seguir mejorando la salud en cuanto al síndrome CKM.

Exámenes, etapas y tratamiento del síndrome CKM

Los exámenes relacionados con el síndrome CKM tienen como objetivo detectar en una etapa temprana cambios en la salud cardiovascular, metabólica y renal; identificar barreras sociales y estructurales para el cuidado; y prevenir la progresión a la siguiente etapa del síndrome CKM.

El aviso aborda la atención para los adultos. Sin embargo, los estudios sugieren que el síndrome CKM es progresivo y comienza en una etapa temprana de la vida. Por lo tanto, el aviso se alinea con las recomendaciones de la American Academy of Pediatrics para que los niños y jóvenes se sometan a controles anuales de peso, presión arterial y salud mental y conductual, a partir de los 3 años de edad.

Etapa 0: sin factores de riesgo de CKM. El objetivo en esta etapa es prevenir el síndrome CKM logrando y manteniendo una salud ideal según las recomendaciones de Life’s Essential 8 de la American Heart Association. Las recomendaciones incluyen hábitos saludables de alimentación, actividad física y sueño; evitar la nicotina; y mantener niveles óptimos de peso, presión arterial, azúcar en sangre y colesterol. El aviso sugiere examinar a los adultos en la Etapa 0 cada tres a cinco años para evaluar la presión arterial, los triglicéridos, el colesterol HDL (bueno) y el nivel de azúcar en sangre.

Evitar el aumento de peso no saludable es importante para la prevención del síndrome CKM debido a la conexión entre la obesidad y la diabetes tipo 2, la presión arterial alta y los triglicéridos altos. En todas las etapas, el aviso propone medir anualmente la circunferencia de la cintura y el índice de masa corporal. También se fomentan hábitos de estilo de vida saludables en cada etapa.

Etapa 1: exceso de grasa corporal o distribución poco saludable de la grasa corporal, como obesidad abdominal o intolerancia a la glucosa o prediabetes. Se sugiere apoyar cambios saludables en el estilo de vida (alimentación saludable y actividad física regular) y una meta de, al menos, un 5 % de pérdida de peso en personas en la Etapa 1, con tratamiento para la intolerancia a la glucosa si fuera necesario. Se recomienda realizar exámenes cada dos a tres años para evaluar la presión arterial, los triglicéridos, el colesterol y el nivel de azúcar en sangre.

Etapa 2: factores de riesgo metabólicos y enfermedad renal. La Etapa 2 incluye a personas con diabetes tipo 2, presión arterial alta, triglicéridos altos o enfermedad renal, e indica un mayor riesgo de que la enfermedad renal y cardíaca empeore. El objetivo de la atención en esta etapa es abordar los factores de riesgo para prevenir la progresión a enfermedades cardiovasculares e insuficiencia renal. El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar la presión arterial, el nivel de azúcar en sangre y el colesterol. En personas con enfermedad renal crónica y en algunas personas con diabetes tipo 2, se recomiendan los inhibidores de SGLT2 para proteger la función renal y reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca. Los inhibidores de SGLT2 son una clase de medicamentos recetados aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) para su uso combinado con dieta y ejercicio, a fin de reducir el nivel de azúcar en sangre en adultos con diabetes tipo 2. También se sugiere considerar los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) en personas con diabetes tipo 2 para ayudar a reducir los niveles altos de glucosa, facilitar la pérdida de peso y reducir el riesgo de ECV. Por otro lado, se recomiendan otras terapias para evitar que la función renal empeore. Las sugerencias de exámenes para el síndrome CKM en etapa 2 se alinean con las Guías de la AHA/ACC, que incluyen una evaluación anual de la presión arterial, los triglicéridos, el colesterol, el nivel de azúcar en sangre y la función renal.

Para aquellos con mayor riesgo de insuficiencia renal según las evaluaciones de la función renal, se recomiendan exámenes renales más frecuentes.

Etapa 3: enfermedades cardiovasculares tempranas sin síntomas en personas con factores de riesgo metabólico o enfermedad renal o aquellas con alto riesgo previsto de enfermedad cardiovascular. El objetivo de la atención en la Etapa 3 es intensificar los esfuerzos para prevenir que las personas con alto riesgo progresen hacia una enfermedad cardiovascular sintomática e insuficiencia renal. Esto puede implicar aumentar o cambiar los medicamentos y centrarse más en cambios en el estilo de vida. El comité de redacción recomienda la medición del calcio en las arterias coronarias (coronary artery calcium, CAC) en algunos adultos para evaluar el estrechamiento de las arterias cuando las decisiones de tratamiento no están claras. El examen de CAC se utiliza para orientar las decisiones sobre el tratamiento con estatinas para reducir el colesterol. Los resultados de las pruebas que indiquen insuficiencia cardíaca asintomática deben conducir a una terapia intensificada con el fin de prevenir síntomas de insuficiencia cardíaca.

El aviso también describe la regresión del síndrome CKM, un concepto y un mensaje de salud pública de gran relevancia en el que las personas que realizan cambios saludables en su estilo de vida y logran perder peso pueden retroceder a etapas anteriores del síndrome CKM y recuperar un mejor estado de salud. La mejor oportunidad para que los pacientes experimenten una regresión es en las Etapas 1, 2 y 3. Algunas personas pueden observar mejoras en el control de la glucosa, los niveles de colesterol y presión arterial, el peso, la función renal y los tipos de disfunción cardíaca.

Etapa 4: enfermedades cardiovasculares sintomáticas en personas con exceso de grasa corporal, factores de riesgo metabólico o enfermedad renal. El síndrome CKM en Etapa 4 se divide en dos subcategorías: (4a) para quienes no tienen insuficiencia renal o (4b) para quienes la padecen. En esta etapa, es posible que las personas ya hayan sufrido un ataque cardíaco o un derrame cerebral o que ya tengan insuficiencia cardíaca. También pueden tener afecciones cardiovasculares adicionales, como enfermedad arterial periférica o fibrilación auricular. El objetivo de la atención es el tratamiento individualizado de las enfermedades cardiovasculares teniendo en cuenta las condiciones del síndrome CKM.

Predicción del riesgo

Un paso fundamental en la evaluación del riesgo y el manejo del síndrome CKM es actualizar el algoritmo de predicción de riesgos para ayudar a los profesionales de la salud a predecir las enfermedades cardiovasculares de una manera que incluya los componentes del CKM: enfermedad cardiovascular, enfermedad renal crónica y trastornos metabólicos.

La ecuación de cohortes agrupadas, la calculadora de riesgo actual de enfermedad cardiovascular aterosclerótica, establecida en 2013, estima el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral en los próximos 10 años para personas de entre 40 y 75 años de edad. Incluye los factores demográficos y de salud de una persona y se utiliza para orientar las recomendaciones de estilo de vida y las decisiones de tratamiento para personas con riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los factores de riesgo son la edad, el sexo y la raza (como blanca, negra y otras); los niveles de colesterol y la presión arterial sistólica. La ecuación también incluye respuestas afirmativas o negativas sobre si una persona está recibiendo tratamiento para la presión arterial alta, diabetes tipo 2 o si fuma.

El aviso propone actualizar la calculadora de riesgos para incluir medidas de la función renal, el control de la diabetes tipo 2 (utilizando resultados de análisis de sangre en lugar de respuestas “sí o no”) y determinantes sociales de la salud para obtener una estimación de riesgos más completa. Las evaluaciones de la función renal incluyen una medida de qué tan bien los riñones filtran los desechos de la sangre y los niveles de albúmina en la orina, una medida de la efectividad de los riñones para reabsorber la proteína. Las medidas de salud individuales, además de la información demográfica, permitirán que la calculadora arroje una estimación del riesgo total de ECV de una persona.

El grupo de redacción recomienda ampliar las actualizaciones de la calculadora de riesgos para evaluar el riesgo en personas de tan solo 30 años y calcular el riesgo de ECV a 10 y 30 años. Una evaluación más completa del riesgo de ECV a edades más tempranas permitirá establecer estrategias preventivas con anterioridad, de modo de mitigar la progresión a etapas avanzadas del síndrome CKM. A largo plazo, esto ayudará a reducir las brechas en el tratamiento y la equidad en salud y mejorará los resultados.

Llamadas a la acción

El aviso exige cambios sistémicos para optimizar la salud en relación con el síndrome CKM.

“Se necesitan cambios radicales en la forma en que educamos a los profesionales de la salud y al público, en cómo organizamos la atención y en el modo en que reembolsamos la atención relacionada con el síndrome CKM”, explicó Ndumele. “Son imperiosas las asociaciones clave entre las partes interesadas para mejorar el acceso a las terapias, apoyar nuevos modelos de atención y facilitar que las personas de diversas comunidades y circunstancias tengan estilos de vida más saludables y logren una salud cardiovascular ideal”.

Invertir en investigación es importante para mejorar la atención del síndrome CKM. Las principales brechas en la investigación incluyen las siguientes:

  1. comprender mejor las vías que conducen a las enfermedades cardíacas en el síndrome CKM;
  2. una mejor comprensión de por qué algunas personas pueden avanzar más rápidamente a lo largo de las etapas del CKM, mientras que otras pueden hacerlo más lentamente; y
  3. comprender la mejor manera de utilizar terapias más nuevas con múltiples efectos sobre el síndrome CKM, incluso para mejorar factores metabólicos, como la obesidad y la diabetes tipo 2, y para reducir el empeoramiento de la enfermedad renal y prevenir enfermedades cardíacas.

Los nombres de los coautores y todos los datos públicos se encuentran en el artículo.

Este aviso presidencial fue preparado por el grupo de redacción de voluntarios en nombre de la American Heart Association. Los avisos presidenciales y las declaraciones científicas de la American Heart Association promueven una mayor conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y los derrames cerebrales y ayudan a facilitar la toma de decisiones informadas sobre el cuidado de la salud. Describen lo que se sabe sobre un tema y qué áreas necesitan más investigación. Si bien las declaraciones científicas y los avisos informan el desarrollo de pautas, no hacen recomendaciones de tratamiento. Las pautas de la American Heart Association proporcionan las recomendaciones de práctica clínica oficiales.

La Asociación recibe financiación de personas particulares principalmente. Algunas fundaciones y empresas (incluidas compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) también realizan donaciones y financian eventos o programas específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las compañías farmacéuticas y de biotecnología, los fabricantes de dispositivos y los proveedores de seguros de salud y la información financiera general de la Asociación están disponibles aquí.

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Acerca de la American Heart Association

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