Puntos destacados de la investigación:

  • Un análisis de los datos de la base de datos WONDER del CDC reveló un aumento del 180 % en el número de muertes por enfermedad cardíaca isquémica relacionada con la obesidad en EE. UU. entre 1999 y 2020.
  • Las tasas de muerte por enfermedad cardíaca isquémica relacionada con la obesidad más elevadas se observaron en hombres de mediana edad (55 a 64 años), en adultos negros, así como en personas residentes de estados de la región Midwestern y áreas no metropolitanas de EE. UU.
  • Nota: El estudio presentado en este comunicado es un resumen de investigación. Los resúmenes presentados en las reuniones científicas de la American Heart Association no son revisados por pares, y los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como manuscritos completos en una revista médica revisada por pares.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m. CT/5 a. m. ET del lunes, 11 de noviembre de 2024

DALLAS, 11 de noviembre de 2024 — Las muertes por enfermedades cardíacas relacionadas con la obesidad aumentaron un 180 % en EE. UU. entre 1999 y 2020, afectando especialmente a hombres de mediana edad, adultos negros y personas que residen en estados de la región Midwestern y áreas no metropolitanas, según un estudio preliminar que será presentado en las Sesiones Científicas 2024 de American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón). La reunión, que se celebrará del 16 al 18 de noviembre de 2024 en Chicago, es un importante intercambio mundial de los últimos avances científicos, investigaciones y actualizaciones de la práctica clínica basadas en la evidencia en la ciencia cardiovascular.

“La obesidad es un factor de riesgo grave para la enfermedad cardíaca isquémica, y este riesgo está aumentando a un ritmo alarmante junto con la creciente prevalencia de la obesidad”, comentó Aleenah Mohsin, M.D., M.B.B.S., autora principal del estudio y becaria de investigación postdoctoral de Brown University en Providence, Rhode Island. “Es importante que todos, especialmente las personas en grupos de alto riesgo, tomen medidas para controlar su peso y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Los cambios en el estilo de vida son fundamentales, como comer de manera más saludable, hacer ejercicio regularmente y trabajar con profesionales de cuidados de salud para controlar la salud cardíaca”.

La enfermedad cardíaca isquémica es causada por el estrechamiento de las arterias del corazón; esto hace que llegue menos sangre y oxígeno al músculo cardíaco y puede provocar un ataque al corazón. La obesidad contribuye a varios factores de riesgo para enfermedades cardíacas, como el colesterol elevado, la presión arterial alta, la diabetes tipo 2 y los trastornos del sueño, además de ser un factor de riesgo independiente para enfermedades cardiovasculares.

En un análisis de 21 años de datos, los investigadores examinaron las tasas de mortalidad atribuidas a la enfermedad cardíaca isquémica relacionada con la obesidad y si ciertos grupos de personas, según su raza, edad, género o lugar de residencia, tenían tasas más elevadas que otros. Se revisaron los datos de salud pública de la base de datos de amplio alcance en línea para la investigación epidemiológica (CDC WONDER) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., centrándose en las muertes por enfermedad cardíaca isquémica desde 1999 hasta 2020. Los investigadores midieron las tasas de mortalidad ajustadas por edad, conocidas como tasas de mortalidad ajustadas por edad, con el fin de limitar el posible sesgo de la edad como factor en las tasas de mortalidad, ya que el riesgo de muerte aumenta con la edad.

El análisis reveló que hubo un aumento significativo y constante en las muertes por enfermedad cardíaca isquémica relacionada con la obesidad entre 1999 y 2020 en los EE. UU. Específicamente:

  • La tasa general de mortalidad por enfermedad cardíaca relacionada con la obesidad aumentó en un 5.03 % anual.
  • En los hombres, la tasa de mortalidad ajustada por edad subió de 2.1 muertes por cada 100,000 personas en 1999 a 7.2 por cada 100,000 en 2020, lo que representa un incremento del 243 %. Entre los hombres de 55 a 64 años, la tasa aumentó de 5.5 por cada 100,000 en 1999 a 14.6 muertes por cada 100,000 personas en 2020; un incremento del 165 %. Como referencia, los estadios de fútbol americano universitario más grandes de EE. UU. tienen capacidad para alrededor de 100,000 personas. 
  • Entre las mujeres, la tasa de mortalidad ajustada por edad aumentó de 1.6 muertes por cada 100,000 personas en 1999 a 3.7 por cada 100,000 en 2020; un incremento del 131 %.
  • La tasa de mortalidad ajustada por edad fue más alta entre los adultos negros, con 3.93 muertes por cada 100,000 personas.
  • Geográficamente, las tasas de mortalidad más altas se observaron entre las personas que viven en los estados de la región de Midwestern (Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Michigan, Minnesota, Missouri, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Dakota del Sur y Wisconsin), con una tasa ajustada por edad de 3.3 muertes por cada 100,000 personas, en comparación con los residentes de la región de Northeast (Connecticut, Maine, Massachusetts, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, Rhode Island y Vermont), quienes presentaron la tasa más baja, con 2.8 muertes por cada 100,000 personas. Vermont fue la excepción en la región de Northeast, con la tasa de mortalidad ajustada por edad más alta atribuida a la enfermedad cardíaca isquémica relacionada con la obesidad, con 10.4 muertes por cada 100,000 personas. Alabama presentó la tasa más baja, con 1.5 muertes por cada 100,000 personas.
  • En 2020, la tasa de mortalidad ajustada por edad fue de 4.0 muertes por cada 100,000 personas que vivían en las áreas no metropolitanas, en comparación con 2.9 por cada 100,000 para las que vivían en áreas urbanas.

“Esperábamos un aumento en las muertes relacionadas con la obesidad, dado que la prevalencia de la obesidad ha ido en constante aumento durante años. Sin embargo, no anticipábamos que el incremento en la mortalidad fuera de esta magnitud, especialmente entre hombres de mediana edad”, dijo Mohsin. “Las disparidades raciales, en particular las tasas de mortalidad más altas entre las personas negras, también fueron sorprendentes y sugieren que factores sociales y quizá ambientales podrían estar desempeñando un papel significativo. Además, elhecho de que Vermont, un estado que típicamente no se asocia con altas tasas de obesidad, presentara la tasa de mortalidad más alta por enfermedad cardiovascular (ECV) relacionada con la obesidad fue inesperado y amerita una investigación adicional, al igual que el hallazgo de que Alabama tuvo la tasa de mortalidad más baja por ECV relacionada con la obesidad”.

“Nuestros hallazgos resaltan la necesidad de explorar las causas subyacentes de estas disparidades, tales como las diferencias en el acceso a los cuidados de salud, factores socioeconómicos y políticas de salud regionales”, señaló. “Comprender estos factores es el primer paso para identificar y diseñar intervenciones de salud pública más efectivas”.

Antecedentes y detalles del estudio:

  • Se examinaron datos de 1999 a 2020 de la base de datos CDC WONDER (datos en línea de amplio alcance para la investigación epidemiológica de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) sobre enfermedades cardíacas isquémicas y muertes relacionadas con la obesidad en personas de todas las edades. Se revisaron tanto las tasas de mortalidad brutas como las tasas de mortalidad ajustadas por edad por cada 100,000 individuos.
  • Durante los 21 años se documentaron 226,267 muertes relacionadas con la obesidad y la enfermedad cardíaca isquémica.

Las limitaciones del estudio incluyen que el análisis se calculó utilizando datos de mortalidad y no midió los casos no fatales de enfermedad cardíaca, lo que significa que el análisis puede haber subestimado el verdadero impacto de la obesidad en la enfermedad cardíaca. Además, aunque el estudio se ajustó a la edad de los individuos en el análisis, otros factores, como los ingresos, la educación o el acceso a cuidados de salud, pueden haber influido en los resultados pero no se pudieron tener en cuenta porque esta información no está disponible en la base de datos WONDER.

“Este resumen destaca la importancia de la obesidad como un factor de riesgo clave para la enfermedad cardíaca isquémica”, dijo Sadiya S. Khan, M.D., M.Sc., FAHA, Presidenta del grupo de redacción de la declaración científica 2023 de la Asociación: “Nuevas ecuaciones de predicción para la evaluación del riesgo absoluto de la enfermedad cardiovascular total que incorporan la salud cardiovascular, renal y metabólica”. Khan es Profesora Magerstadt de Epidemiología Cardiovascular y Profesora asociada de Cardiología, Ciencias Sociales Médicas y Medicina Preventiva (epidemiología) en Northwestern School of Medicine en Chicago y Presidenta del grupo de redacción de las ecuaciones PREVENT de la Asociación. Khan no participó en este estudio.

“El cambio relativo en las muertes por enfermedad cardíaca isquémica relacionada con la obesidad que se observó en este estudio entre 1999 y 2020 fue mayor que el aumento general en la prevalencia de la obesidad que hemos visto en los Estados Unidos, de aproximadamente el 30 % a aproximadamente el 40 % durante este mismo período de tiempo”, agregó Khan. “Existen algunas posibles razones para explicar esto. Puede ser que las personas sean más conscientes de la obesidad como factor de riesgo o que estén más propensas a tratar la obesidad, y por lo tanto, es más probable que se incluya en los certificados de defunción, que fueron la base de estos datos. Lo importante es que sabemos que necesitamos hacer más para identificar, gestionar y tratar el riesgo asociado a la obesidad”.

Los coautores, las divulgaciones y las fuentes de financiación se enumeran en el resumen.

Las afirmaciones y conclusiones de los estudios se presentan en los encuentros científicos de la American Heart Association son exclusivas de los autores del estudio y no reflejan necesariamente la política ni la posición de la Asociación. La Asociación no ofrece garantía de ningún tipo de su exactitud o fiabilidad. Las sinopsis que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no han sido revisadas por homólogos, sino que se han seleccionado por paneles de revisión independientes y se toman en consideración con base en su potencial para contribuir a la diversidad de los asuntos y puntos de vista científicos que se debatieron en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como artículos completos en publicaciones científicas revisadas por homólogos.

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