Puntos destacados de la investigación:

  • En dos estudios, se descubrió que la facilidad para dar un paseo por un barrio se asocia a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo como presión arterial alta, colesterol elevado y diabetes tipo 2.
  • Invertir en barrios más transitables es una de las soluciones para mejorar de manera equitativa la salud cardiovascular en los barrios de Estados Unidos, según los investigadores.

Prohibida su divulgación hasta las 4:00 a. m. CT/5 a. m. ET, lunes 31 de octubre del 2022

DALLAS, 31 de octubre del 2022 — La transitabilidad de los barrios, una medida de cuán sencillo y seguro es llegar a pie a los servicios necesarios para la vida diaria, como supermercados, farmacias, escuelas, lugares de trabajo e iglesias, está asociada a una menor incidencia y riesgo de enfermedades cardiovasculares, según dos estudios preliminares que se presentarán en las Sesiones Científicas 2022 de la American Heart Association. La reunión, que se celebra de forma virtual y de forma presencial en Chicago entre el 5 de noviembre y 7 de noviembre del 2022, consiste en un primer intercambio mundial de los últimos avances científicos, de investigación y actualizaciones de las prácticas clínicas sobre la base de la evidencia en el área de la ciencia cardiovascular.

Las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de muerte en EE. UU. y en el mundo, según las Estadísticas Sobre Enfermedades Cardíacas y Ataques o Derrames Cerebrales - Actualización del 2022 de la American Heart Association. Un componente fundamental para lograr una salud cardiovascular óptima y reducir el riesgo cardiovascular es la actividad física. Según lo anterior, menos de 1 de cada 4 adultos estadounidenses informaron que realizan la cantidad de actividad física recomendada, según las Directrices de Actividad Física para Estadounidenses del 2018 del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Se recomienda que los adultos realicen, al menos, 150 minutos a la semana de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos a la semana de actividad física aeróbica de intensidad elevada a fin de obtener beneficios importantes para la salud. La actividad física es uno de los ocho componentes esenciales de la salud ideal del corazón y el cerebro, según la recomendación presidencial del 2022 de la American Heart Association, Life’s Essential 8.

“Cuando el entorno de una persona es apto para caminar, es más probable que se dedique a una actividad física como esta”, explicó Elizabeth A. Jackson, M.D., M.P.H., FAHA, expresidenta del Comité de Determinantes Sociales de la Salud de la American Heart Association. “Existen muchos datos que respaldan los beneficios cardiovasculares de realizar actividad física con regularidad, incluidas las caminatas; por lo tanto, diseñar barrios para que sean transitables puede ayudar a los residentes a mejorar su salud cardiovascular”.

En dos nuevos estudios, a cargo de distintos grupos de investigación, se exploraron cómo los barrios más transitables podrían reducir la prevalencia y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

La transitabilidad de los barrios y el riesgo cardiovascular en Estados Unidos (resumen MP91)

En un estudio de alcance nacional, se analizaron más de 70,000 tramos censales de EE. UU. para explorar la posible asociación entre la transitabilidad a nivel de barrio y los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

“Se reconoce cada vez más que la forma en la que están diseñadas las comunidades tiene una función importante en las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo”, comentó el autor principal del estudio, Issam Motairek, M.D., investigador asociado del Centro Médico del Hospital Universitario Cleveland, en Cleveland. “La transitabilidad es una métrica del barrio que refleja lo fácil que es caminar en este. Ya sea para ir a pie a las tiendas, lugares de trabajos o parques locales, un barrio transitable anima a que la gente aumente su nivel de actividad física y ayuda a que mantengan una buena salud”.

Motairek y sus colegas revisaron el conjunto de datos PLACES de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), en el que se registra la prevalencia en EE. UU. de las enfermedades arteriales coronarias y los factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial alta, el colesterol elevado, la obesidad y la diabetes tipo 2 por tramo censal. Los investigadores compararon la información de salud de la base de datos PLACES con los datos de un índice de transitabilidad de los tramos censales proveniente de la base de datos de localización inteligente de la Agencia de Protección Ambiental con el fin de clasificar los tramos censales en cuatro niveles de transitabilidad, desde los menos transitables hasta los más transitables.

El análisis reveló lo siguiente:

  • La prevalencia de las enfermedades cardiovasculares era notablemente inferior, de un 5.4%, en los barrios más transitables, frente a un 7% en los menos transitables.
  • Alrededor de un 36% de los adultos que viven en los barrios menos transitables padecía presión arterial alta, colesterol elevado u obesidad, frente a un 30% en los barrios más transitables.
  • La prevalencia de la diabetes tipo 2 era de un 11.6% en los barrios menos transitables frente a un 10.6% en los más transitables.

“La evaluación de la transitabilidad de cada barrio, desde el menos transitable hasta el más transitable, reveló que, incluso después de considerar otros factores, como el sexo, la edad, la raza y la vulnerabilidad social del barrio, la transitabilidad por sí sola se asociaba a una disminución de, aproximadamente, un 0.1% de las enfermedades cardiovasculares por cada aumento de un punto en la clasificación de la transitabilidad”, afirmó Motairek. “Es importante que los legisladores de salud pública tengan en cuenta las repercusiones para la salud de los diseños urbanos que fomentan la transitabilidad”.

Una limitación de este estudio es que se basó en la información sobre la prevalencia de la enfermedad informada por los pacientes, la cual proviene de los datos de PLACES.

Los coautores de Motairek son Mohamed H.E. Makhlouf, M.D.; Khurram Nasir, M.D., M.S.; Salil V. Deo, M.D.; Sanjay Rajagopalan, M.D. y Sadeer Al-Kindi, M.D. Las declaraciones de los autores se encuentran en el resumen.

El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Salud y Disparidades Sanitarias de las Minorías, una división de los Institutos Nacionales de Salud.

La facilidad para caminar en un barrio se asocia a una menor carga de factores de riesgo cardiovascular entre los pacientes de un sistema de salud integrado: Registro del Sistema de Salud de Aprendizaje de ECV Houston Methodist (resumen SU3120)

En un estudio realizado solo en Houston, los investigadores examinaron la ciudad desde el punto de vista de la transitabilidad con el objetivo de evaluar si un entorno más transitable se asocia a factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, sin importar la cantidad de enfermedades cardiovasculares en una población grande y diversa dentro de un sistema de salud.

Evaluaron los datos de salud de más de 900,000 adultos (con una edad promedio de 52 años; un 59% de mujeres, un 15% de adultos de raza negra negros no hispanos y un 16% de adultos hispanos) en el Registro del Sistema de Salud de Aprendizaje de Enfermedades Cardiovasculares de Houston Methodist desde el 2016 hasta el 2021. Se obtuvo un valor numérico por cada barrio a partir de la metodología Walk Score, un índice que mide la transitabilidad de las localidades. Los rangos de Walk Score variaban de 0 a 100, y las puntuaciones más altas representaban zonas con una mejor accesibilidad peatonal. Las puntuaciones de los desplazamientos a pie se clasificaron en cuatro categorías: dependiente de un automóvil para todos los trámites (0-24); dependiente de un automóvil para la mayoría de los trámites (25-49); algo transitable (50-69) y muy transitable (70-100). En función del código postal de los participantes, a cada uno se le asignó una de las cuatro categorías de transitabilidad.

Se analizó la relación entre la transitabilidad del barrio y la incidencia del riesgo cardiovascular. La salud cardiovascular deficiente se definió como la presencia de tres o más factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares; la salud media como se definió como la presencia de uno o dos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares; y la salud ideal se definió como los adultos que no tienen factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares que se consideraron en este estudio fueron la presión arterial alta, el tabaquismo, el colesterol alto, la obesidad y la diabetes tipo 2.

El análisis reveló que, en el caso de las personas sin enfermedades cardiovasculares, vivir en un barrio transitable se asociaba a tener el doble de probabilidades de presentar factores de riesgo cardiovascular óptimos en comparación con las personas que vivían en un barrio donde se dependía de un automóvil, con una baja puntuación de transitabilidad. Además, las personas que padecían enfermedades cardiovasculares y vivían en zonas de mayor transitabilidad tenían un 58% más de probabilidades de presentar un perfil de riesgo cardiovascular adecuado en comparación con las personas que vivían en zonas de menor transitabilidad.

“Descubrimos que vivir en una zona muy transitable puede brindar protección contra los factores de riesgo cardiovascular a las personas que padecen enfermedades cardiovasculares y a las que no”, señaló el autor principal del estudio, Omar M. Makram, M.D., becario posdoctoral del Houston Methodist Hospital de Houston. “Mientras se analizaban estos datos, nos sorprendió observar que casi la mitad de la población de nuestro registro vivía en zonas clasificadas como barrios menos transitables, que dependen por completo de un automóvil para desplazarse”, afirmó.

Los investigadores también piden a los legisladores que den prioridad a los recursos para construir ciudades más transitables que ofrezcan un acceso cercano y peatonal a instalaciones educativas, comerciales, alimentarias, recreativas y de entretenimiento a fin de fomentar las caminatas como un método habitual de desplazamiento, según Makram.

Una de las limitaciones de este estudio es que se trata de una muestra de población compuesta, en su mayoría, por pacientes ambulatorios que recibieron atención en un sistema de atención hospitalaria en Houston, lo que podría limitar su generalización a la población de Estados Unidos.

Los coautores de Makram son Nwabunie Nwana, Ph.D., M.P.H.; Charlie Nicolas, B.S.; Alan P. Pan, M.S.; Rakesh Gullapelli, M.S.; Budhaditya Bose, M.S.; Kobina Hagan, M.D., M.P.H.; Tarang Parekh, M.D.; Tamer Yahya, M.D.; Zulqarnain Javed, M.D., Ph.D.; Kershaw Patel, M.D.; Sadeer Al-Kindi, M.D.; Garima Sharma, M.D.; Stephen L. Jones, M.D.; Miguel Cainzos-Achirica, M.D., Ph.D., M.P.H.; Jay E. Maddock, Ph.D. y Khurram Nasir, M.D., M.P.H., M.S. Las declaraciones de los autores se encuentran en los resúmenes.

Makram y sus colegas no brindaron información acerca de las fuentes de financiación del estudio.

El par de estudios refuerza la importancia de la actividad física y el impacto de la transitabilidad en las enfermedades cardiovasculares.

“En ambos resúmenes, se utilizan conjuntos de datos a gran escala para evaluar la asociación entre las características de un barrio (en este caso, la transitabilidad) y la salud cardiovascular, y en ambos estudios se observaron asociaciones entre los factores de riesgo cardiovascular o la enfermedad de las arterias coronarias con la transitabilidad”, explicó Jackson, quien también es profesor titular de medicina de Bourge, jefe interino de división del Programa de Investigación de Efectividad y Resultados Cardiovasculares de la Universidad de Alabama en Birmingham. “Estos datos respaldan la necesidad de analizar la modificación de los barrios para mejorar la transitabilidad y la salud cardiovascular. Los profesionales de la salud deberían hablar acerca de las oportunidades de realizar actividad física con sus pacientes, incluidas las caminatas por el barrio”.

Las afirmaciones y conclusiones de los estudios presentados en las reuniones científicas de la American Heart Association son exclusivas de los autores y no constituyen necesariamente la política ni la posición de la asociación. La Asociación no ofrece representación ni garantía de ningún tipo de su exactitud o confiabilidad. Los resúmenes que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no se revisan por pares, sino que los paneles de revisión independientes los seleccionan y los consideran en función del potencial que tengan de ser un aporte a la diversidad de temas y opiniones científicos analizados en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como manuscrito completo en una revista científica revisada por pares. 

La Asociación recibe financiación de personas particulares principalmente; además, distintas fundaciones y empresas (incluidas empresas farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) realizan donaciones y financian eventos y programas específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, los fabricantes de dispositivos, los proveedores de seguros médicos y la información financiera general de la Association están disponibles aquí.

Recursos Adicionales:

Las Sesiones Científicas del 2022 de la American Heart Association consisten en un primer intercambio mundial de los últimos avances científicos, de investigación y actualizaciones de las prácticas clínicas sobre la base de la evidencia en el área de la ciencia cardiovascular. La reunión de tres (3) días contará con más de 500 sesiones enfocadas en las actualizaciones de los avances cardiovasculares básicos, clínicos y demográficos que ocurrirán del sábado 5 de noviembre al lunes 7 de noviembre del 2022. Miles de destacados médicos, científicos, cardiólogos, personal de enfermería clínico avanzado y profesionales afines del cuidado de la salud de todo el mundo se reunirán de manera virtual para participar en las presentaciones, los debates y los programas científicos básicos, clínicos y demográficos que pueden dar forma al futuro de la ciencia y medicina cardiovascular, incluidas la prevención y las mejoras en la calidad. Durante la reunión de tres días, los asistentes recibirán acceso exclusivo a más de 4,000 presentaciones de investigación originales y podrán obtener créditos de Educación médica continua (CME, por sus siglas en inglés), Educación continua (CE, por sus siglas en inglés) o Mantenimiento de la certificación (MOC, por sus siglas en inglés) para sesiones educativas. Participe en las Sesiones científicas del 2022 por redes sociales. Para ello, utilice el hashtag #AHA22

Acerca de la American Heart Association 

La American Heart Association es una fuerza incansable para un mundo de vidas más largas y saludables. Nos dedicamos a garantizar una salud equitativa en todas las comunidades. A través de la colaboración con numerosas organizaciones, e impulsados por millones de voluntarios, financiamos la investigación innovadora, abogamos por la salud pública y compartimos recursos que salvan vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente líder de información de salud durante casi un siglo. Comuníquese con nosotros a través de heart.org, Facebook o Twitter, o bien llámenos al 1-800-AHA-USA1.

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