Puntos destacados de la investigación:
- En los adultos hospitalizados, de entre 18 y 44 años de edad, que tenían antecedentes de ataque o derrame cerebral, o de accidente isquémico transitorio (AIT), la causa de otra hospitalización tenía un 48% más de probabilidad de ser otro ataque o derrame cerebral si eran fumadores habituales de marihuana.
- Según investigaciones anteriores, el uso problemático de la marihuana ya se había asociado con un mayor riesgo de sufrir un ataque o derrame cerebral inicial; sin embargo, este es el primer estudio que sugiere que el ataque o derrame cerebral recurrente también puede ser más probable.
- Dado que el uso recreativo de la marihuana es legal en muchos estados de EE. UU., es importante comprender el efecto de su uso habitual en la salud cardiovascular.
Prohibida su divulgación hasta las 4:00 a. m., hora del centro/5 a. m., hora del este, jueves, 3 de febrero del 2022
NUEVA ORLEANS, 3 de febrero del 2022: entre los adultos más jóvenes que sufrieron un ataque o derrame cerebral o un accidente isquémico transitorio (AIT) y que luego fueron hospitalizados por alguna causa, el ataque o derrame cerebral recurrente fue mucho más probable entre los pacientes con trastorno por consumo de cannabis, según la investigación preliminar presentada en la Conferencia internacional sobre ataques o derrames cerebrales 2022 de la American Stroke Association, un encuentro mundial de primera calidad para investigadores y médicos dedicados a la ciencia de los ataques o derrames cerebrales, y la salud cerebral que se llevará a cabo virtual y presencialmente en Nueva Orleans del 8 al 11 de febrero del 2022.
El trastorno por uso de cannabis se define como el uso dependiente de cannabis a pesar de tener un deterioro del funcionamiento psicológico, físico y social. Según la American Heart Association, las tasas de ataques o derrames cerebrales aumentan en adultos de entre 18 y 45 años, y cada año los adultos jóvenes representan hasta el 15% de los ataques o derrames cerebrales en Estados Unidos.
"Dado que el uso de la marihuana es más común entre las personas más jóvenes y ahora es legal en varios estados de EE. UU., consideramos que era crucial estudiar los diversos riesgos que esto puede representar", afirmó Akhil Jain, M.D., autor principal del estudio y médico residente del Mercy Fitzgerald Hospital en Darby, Pensilvania. "El riesgo de tener un ataque o derrame cerebral por primera vez entre los consumidores de cannabis ya está establecido, por lo que nos intrigó investigar si la dependencia continua de la marihuana también predispone a las personas más jóvenes a desarrollar más ataques o derrames cerebrales".
Los investigadores examinaron la información de salud del Muestreo nacional de pacientes hospitalizados (del inglés National Inpatient Sample), una gran base de datos disponible públicamente que recopila los datos de más de 7 millones de hospitalizaciones anuales en EE. UU. Para este estudio, la muestra incluyó a 161,390 adultos de entre 18 y 44 años de edad que habían sido hospitalizados por algún motivo entre octubre del 2015 y el 2017, y cuyos registros de salud indicaban una ataque o derrame cerebral previo (ya sea un ataque o derrame cerebral causado por coágulos o por una hemorragia) o un AIT.
Mediante el uso de códigos de diagnóstico hospitalarios, los investigadores identificaron a los pacientes dentro de la muestra que cumplían con los criterios para el trastorno por consumo de cannabis, y se excluyeron aquellos con gráficos que indicaban que su dependencia del cannabis estaba en remisión. Esto dividió la muestra en 4,690 pacientes a los que se les había diagnosticado un trastorno por consumo de cannabis y 156,700 pacientes a los que no. La edad promedio para ambos grupos fue de 37 años.
En el estudio se descubrió que, en comparación con los pacientes sin trastorno por consumo de cannabis, los pacientes con la afección presentaban las siguientes características:
- Era más probable que fueran del sexo masculino (un 55.2% frente a un 40.9%), adultos de raza negra (un 44.6% frente a un 37.2%) o que fumaran tabaco (un 73.9% frente a 39.6%).
- Era más probable que se les diagnosticara una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (un 21.5% frente a un 19.0%), una depresión (un 20.4% frente a un 16.1%) o una psicosis (un 11.2% frente a 7.5%).
- Era significativamente más probable que abusaran del alcohol (un 16.5% frente a 3.6%).
- Era menos probable que tuvieran presión arterial alta (un 53.1% frente a un 55.6%), diabetes (un 16.3% frente a un 22.7%), colesterol alto (un 21.6% frente a un 24.1%) u obesidad (un 12.0% frente a 19.6%).
En comparación con las hospitalizaciones actuales, con el análisis se encontraron los siguientes datos:
- Entre los adultos con trastorno por consumo de cannabis, el 6.9% fue hospitalizado por un ataque o derrame cerebral recurrente, en comparación con solo el 5.4% que fue hospitalizado sin el trastorno.
- Después de ajustar los factores demográficos y las afecciones médicas preexistentes relevantes (edad en el momento de la admisión, sexo, raza, estado del pagador, promedio de ingresos del hogar, tipo de admisión, tamaño de la cama del hospital, región, ubicación/nivel de educación y otras afecciones médicas, incluidos los factores de riesgo cardiovascular tradicionales), los pacientes con trastorno por consumo de cannabis tenían un 48% más de probabilidades de haber sido hospitalizados por un ataque o derrame cerebral recurrente que aquellos sin el trastorno.
- El trastorno por consumo de cannabis fue más prominente entre hombres, jóvenes adultos de raza negra o blanca y aquellos que vivían en barrios de bajos ingresos o en las regiones del noreste y el sur de EE. UU.
"Los consumidores jóvenes de marihuana que tienen antecedentes de un ataque o derrame cerebral o un AIT siguen teniendo un riesgo significativamente mayor de sufrir un ataque o derrame cerebral en el futuro. Por lo tanto, es esencial aumentar la concientización entre los adultos más jóvenes sobre el efecto adverso del consumo habitual y crónico de la marihuana, en especial si establecieron factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares o episodios de ataques o derrames cerebrales anteriores", afirmó Jain.
Los posibles mecanismos que han surgido de otras investigaciones sobre el trastorno por el consumo de cannabis incluyen el deterioro de la función de los vasos sanguíneos, los cambios en el suministro de sangre, una mayor tendencia a la coagulación de la sangre, la producción deficiente de energía en las células cerebrales y un desequilibrio entre las moléculas que dañan el tejido sano y las defensas antioxidantes que las neutralizan.
Es posible que los resultados de este estudio no se puedan generalizar en adultos mayores (mayores de 44 años), quienes tienen más probabilidades de tener una mayor cantidad de afecciones de salud crónicas y factores de riesgo cardiovascular. El estudio también es limitado, ya que todos los datos se recopilaron en un solo punto en el tiempo, en lugar de seguir a los participantes durante un período. Además, si bien la codificación del hospital identificó el trastorno por consumo de cannabis, los datos no incluyeron información sobre la cantidad exacta y la duración del consumo de cannabis o los medicamentos utilizados.
"Nuestro estudio es una investigación que genera hipótesis para futuros estudios controlados que sean prospectivos y aleatorios. Se requiere más trabajo de investigación para profundizar en esta cuestión clínica. Lo que es más importante, el efecto de diversas dosis, la duración, las formas de abuso de cannabis y el uso de cannabis medicinal en la aparición de ataques o derrames cerebrales recurrentes son preguntas fundamentales que se deben responder", dijo Jain.
Según una declaración científica de agosto del 2020 de la American Heart Association, en estudios preliminares se ha descubierto que el consumo de cannabis puede afectar negativamente el corazón y los vasos sanguíneos. Aunque el cannabis puede ser útil para ciertas afecciones, como la espasticidad asociada con la esclerosis múltiple, el cannabis no parece tener beneficios bien documentados para la prevención o el tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
Los coautores son Rupak Desai, M.B.B.S.; Terry Ricardo Went, M.B.B.S.; Waleed Sultan, M.B.B.Ch.; Dwayne Wiltshire, M.B.B.S.; Geethu Jnaneswaran, M.B.B.S.; Athul Raj Raju, M.B.B.S.; Roshna Asifali; Aamer Mohammad, M.B.B.S. y Bisharah Rizvi, M.D. La lista de declaraciones de los autores se encuentra en el resumen.
No se informaron fuentes de financiamiento para este estudio.
Las afirmaciones y las conclusiones de los estudios que se presentan en los encuentros científicos de la American Stroke Association y la American Heart Association son exclusivas de los autores y no constituyen necesariamente la política ni la posición de la asociación. La asociación no ofrece garantía de ningún tipo de su exactitud o confiabilidad. Los resúmenes que se presentan en los encuentros científicos de la Asociación no se revisan por pares, sino que los paneles de revisión independientes los seleccionan y los consideran en función del potencial que tengan de ser un aporte a la diversidad de temas y opiniones científicos analizados en el encuentro. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como manuscrito completo en una revista científica revisada por pares.
La asociación recibe financiación de personas particulares principalmente; además, distintas fundaciones y empresas (incluidas empresas farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) realizan donaciones y financian eventos o programas específicos de la asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, los fabricantes de dispositivos, los proveedores de seguros médicos y la información financiera general de la asociación están disponibles aquí.
Recursos adicionales:
- English news release
- Los recursos multimedia se encuentran en la columna derecha del vínculo de la publicación: https://newsroom.heart.org/news/los-fumadores-jovenes-de-marihuana-pueden-tener-un-mayor-riesgo-de-sufrir-un-ataque-o-derrame-cerebral-recurrente?preview=a8987a2a98a87d525289441f7d46f86f
- Marihuana medicinal, uso recreativo del cannabis y salud cardiovascular
- Comunicado de prensa de la AHA SS2020: Consumo de marihuana asociado con complicaciones después de infartos al miocardio o procedimientos cardíacos
- Comunicado de prensa de la AHA SS2019: el cannabis puede estar relacionado con los ataques o derrames cerebrales y los trastornos del ritmo cardíaco en los jóvenes
- Declaración científica de la AHA (agosto del 2020): el consumo de cannabis muestra riesgos sustanciales, sin beneficios para la salud cardiovascular; es fundamental realizar más investigaciones
- Para obtener más noticias sobre la “Conferencia internacional sobre los accidentes cerebrovasculares 2022” de la ASA, síganos en Twitter @HeartNews #ISC22.
La “Conferencia internacional sobre accidentes cerebrovasculares” (ISC, del inglés International Stroke Conference) de la American Stroke Association es la reunión mundial de primer nivel dedicada a la ciencia y el tratamiento de las enfermedades cerebrovasculares. La ISC 2022 se llevará a cabo presencial y virtualmente en Nueva Orleans del 8 al 11 de febrero del 2022. La conferencia de tres días incluirá más de 1500 presentaciones fascinantes en 17 categorías que enfatizan las ciencias básicas, las clínicas y las de transferencia a medida que evoluciona la investigación para obtener una mejor comprensión de la fisiopatología de los ataques o derrames cerebrales con el objetivo de desarrollar terapias más eficaces. Participe en la “Conferencia internacional sobre accidentes cerebrovasculares” por redes sociales con la etiqueta #ISC22.
Acerca de la American Stroke Association
La American Stroke Association está comprometida con la prevención de los accidentes cerebrovasculares, la segunda causa de muerte a nivel mundial y una de las principales causas de discapacidades graves. Nuestro equipo está formado por millones de voluntarios para financiar la investigación innovadora, luchar por una política de salud pública más fuerte y proporcionar herramientas e información que salvan vidas para evitar y tratar los accidentes cerebrovasculares. La asociación, con sede en Dallas, dio sus primeros pasos oficialmente en 1998 como una división de la American Heart Association. Comuníquese con nosotros a través de stroke.org, Facebook, Twitter o llamándonos al 1-888-4STROKE.
###
Para consultas de los medios de comunicación y conocer el punto de vista de los expertos de la AHA:
Comunicaciones y relaciones públicas de la AHA en Dallas: 214-706-1173; ahacommunications@heart.org
Karen Astle: 214-706-1392; karen.astle@heart.org
Para consultas públicas: 1-800-AHA-USA1 (242-8721)